El Barón Brákola
El demoníaco Barón Brákula vuelve a la vida para vengar la muerte de su amada Rebeca.
Con Fernando Osés como el principal rufián, esta película contiene una de las peleas más brutales de toda la carrera pugilística del Santo.
Otros detalles son que la película se ambienta hacia 1765, con el ancestro del Santo, el Caballero Enmascarado de Plata como héroe. Vestido un traje colonial con volantes, el personaje lleva dos máscaras: una simple amarrada con una cuerda (exponiendo solamente su boca y barbilla), y una plateada y brillante. Ninguna de ellas es típica del Santo. Y en realidad en muchas escenas es evidente que el personaje lo realizó otro actor.
El Baron Brákola sale de su ataúd, en una recámara oculta en un húmedo calabozo lleno de momias, animales embalsamados, máscaras, ratas y telarañas de una vieja casona. Entra a otro cuarto donde en un ataúd se guarda una pila de harapos y una estaca de madera, que son los restos de Rebeca, su amor perdido, asesinada en 1765 por un ancestro del Santo. Brákola jura vengarse de todos los que participaron en su muerte.
Entretanto, el Santo está en medio de un match, con Silvia y Eduardo entre sus fans. Después, en una arena abandonada, don Luis, de edad mediana, es atacado por el Barón. El Santo se apresura en su ayuda. "¡Clávale una estaca en el corazón!", grita don Luis. "¡La estaca! ¡La estaca!" Cuando el Santo finalmente entiende y coge una estaca que hay por ahí, Brákola grita y desaparece. De vuelta en casa de don Luis, el viejo le cuenta al Santo que se ha mudado de Europa a México. En Europa vivía con su hija Silvia en una "región famosa por sus leyendas de monstruos y vampiros". El Santo dice: "Tengo experiencia con esa clase de seres". Don Luis no vive con su hija porque ella desciende de Rebeca y es por tanto uno de los objetivos de Brákola. Le cuenta al Santo la historia (en flashbacks). En el México colonial de 1765 el rico Barón Brákola le pide a don Fernando y su esposa la mano de su hija Rebeca. Don Fernando dice que es cosa de ella y Rebeca rehúsa casarse con él. El Barón promete vengarse por la manera en que le han tratado. Preocupado por las amenazas, don Fernando se pone en contacto con el Caballero Enmascarado de Plata, que promete protegerlos.
El Barón envía a dos de sus espadachines a matar al Caballero, pero fracasan. El Barón mismo (después de atacar a una camarera) se mete en la refriega y es herido mortalmente. Se retira a su cripta (donde un letrero revela que vivió de 1661 a 1765), donde renace como un feo vampiro, de cejas muy espesas, muy pobladas y de aspecto subnormal. Comienza una serie de visitas nocturnas a Rebeca, de la que bebe su sangre. Durante su visita final (Rebeca muere), el Caballero entra y empieza una larga pelea. El Barón está a punto de terminar con su rival cuando se aparece el espíritu de Rebeca. Ambos se alejan del lugar.
Más tarde, Brákola desentierra el ataúd de Rebeca y lleva su cuerpo a su casa. Rebeca es ahora un vampiro, e incluso intenta atacar al Caballero (como el Santo, duerme con la máscara puesta), pero se asusta cuando él la dice que crea en Dios. En la comarca empiezan pronto a aparecer cadáveres de campesinos asesinados. Finalmente, el Caballero ubica el ataúd de Rebeca y le clava una estaca en el corazón, pero no puede entrar en la cámara fúnebre del Barón. Y así termina el flashback, con don Luis contándole al Santo que el Barón, después de haber estado durmiendo durante años, ha vuelto para vengarse.
El Santo se va. Aparece Brákola e hipnotiza a don Luis, al que hace escribir una nota en un papel con la dirección de Silvia. Cuando don Luis despierta descubre el trozo de papel y llama al Santo. Llegan demasiado tarde, Silvia ya ha sido mordida. Sin embargo, el Santo supervisa una transfusión de sangre de Eduardo a Silvia. Don Luis le pasa un mapa donde se muestra el escondite del Barón.
Brákola ocupa el lugar de uno de los rivales del Santo en el ring y así empieza un duro match. Pero el Barón grita y escapa cuando se aparece don Luis blandiendo una cruz. El Santo usa el mapa y encuentra un segundo documento (oculto debajo del manto de la pintura de la Virgen de Guadalupe, un lugar al que los vampiros no pueden llegar). Ubica la casa de Brákola. Curiosamente, aunque han pasado más de doscientos años, nada parece haber cambiado, nadie vive ahí y el mobiliario está intacto. Al ubicar la cripta de Brákola el Santo empieza otra brutal pelea con el vampiro, hasta que le clava una estaca de madera. El Barón logra volver a su ataúd antes de morir, esta vez para siempre.
1965 Dirección y Guión José Díaz Morales Historia Rafael García Travesí & Fernando Osés Reparto Santo (él mismo), Fernando Osés (Barón Brákola), Mercedes Carreño (Silvia), Antonio de Hud (Eduardo), Andrea Palma (madre de Rebeca), Ada Carrasco (Aurora), Susana Robles (Rebeca), Miguel Macía (don Fernando), Manuel Arvide (don Luis); Rosa Vinay (camarera), Jorge Fegan (criado), César Gay, Enrique Ramírez, Jorge Mateos, Roberto Porter
Luchadores: Quasimodo, Benny Galán, Juan Garza; Margarito Luna (espectador), Picoro (anunciador)
©dwilt
©traducción mQh
©ciudadela 60, agosto 2003
Otros detalles son que la película se ambienta hacia 1765, con el ancestro del Santo, el Caballero Enmascarado de Plata como héroe. Vestido un traje colonial con volantes, el personaje lleva dos máscaras: una simple amarrada con una cuerda (exponiendo solamente su boca y barbilla), y una plateada y brillante. Ninguna de ellas es típica del Santo. Y en realidad en muchas escenas es evidente que el personaje lo realizó otro actor.
El Baron Brákola sale de su ataúd, en una recámara oculta en un húmedo calabozo lleno de momias, animales embalsamados, máscaras, ratas y telarañas de una vieja casona. Entra a otro cuarto donde en un ataúd se guarda una pila de harapos y una estaca de madera, que son los restos de Rebeca, su amor perdido, asesinada en 1765 por un ancestro del Santo. Brákola jura vengarse de todos los que participaron en su muerte.
Entretanto, el Santo está en medio de un match, con Silvia y Eduardo entre sus fans. Después, en una arena abandonada, don Luis, de edad mediana, es atacado por el Barón. El Santo se apresura en su ayuda. "¡Clávale una estaca en el corazón!", grita don Luis. "¡La estaca! ¡La estaca!" Cuando el Santo finalmente entiende y coge una estaca que hay por ahí, Brákola grita y desaparece. De vuelta en casa de don Luis, el viejo le cuenta al Santo que se ha mudado de Europa a México. En Europa vivía con su hija Silvia en una "región famosa por sus leyendas de monstruos y vampiros". El Santo dice: "Tengo experiencia con esa clase de seres". Don Luis no vive con su hija porque ella desciende de Rebeca y es por tanto uno de los objetivos de Brákola. Le cuenta al Santo la historia (en flashbacks). En el México colonial de 1765 el rico Barón Brákola le pide a don Fernando y su esposa la mano de su hija Rebeca. Don Fernando dice que es cosa de ella y Rebeca rehúsa casarse con él. El Barón promete vengarse por la manera en que le han tratado. Preocupado por las amenazas, don Fernando se pone en contacto con el Caballero Enmascarado de Plata, que promete protegerlos.
El Barón envía a dos de sus espadachines a matar al Caballero, pero fracasan. El Barón mismo (después de atacar a una camarera) se mete en la refriega y es herido mortalmente. Se retira a su cripta (donde un letrero revela que vivió de 1661 a 1765), donde renace como un feo vampiro, de cejas muy espesas, muy pobladas y de aspecto subnormal. Comienza una serie de visitas nocturnas a Rebeca, de la que bebe su sangre. Durante su visita final (Rebeca muere), el Caballero entra y empieza una larga pelea. El Barón está a punto de terminar con su rival cuando se aparece el espíritu de Rebeca. Ambos se alejan del lugar.
Más tarde, Brákola desentierra el ataúd de Rebeca y lleva su cuerpo a su casa. Rebeca es ahora un vampiro, e incluso intenta atacar al Caballero (como el Santo, duerme con la máscara puesta), pero se asusta cuando él la dice que crea en Dios. En la comarca empiezan pronto a aparecer cadáveres de campesinos asesinados. Finalmente, el Caballero ubica el ataúd de Rebeca y le clava una estaca en el corazón, pero no puede entrar en la cámara fúnebre del Barón. Y así termina el flashback, con don Luis contándole al Santo que el Barón, después de haber estado durmiendo durante años, ha vuelto para vengarse.
El Santo se va. Aparece Brákola e hipnotiza a don Luis, al que hace escribir una nota en un papel con la dirección de Silvia. Cuando don Luis despierta descubre el trozo de papel y llama al Santo. Llegan demasiado tarde, Silvia ya ha sido mordida. Sin embargo, el Santo supervisa una transfusión de sangre de Eduardo a Silvia. Don Luis le pasa un mapa donde se muestra el escondite del Barón.
Brákola ocupa el lugar de uno de los rivales del Santo en el ring y así empieza un duro match. Pero el Barón grita y escapa cuando se aparece don Luis blandiendo una cruz. El Santo usa el mapa y encuentra un segundo documento (oculto debajo del manto de la pintura de la Virgen de Guadalupe, un lugar al que los vampiros no pueden llegar). Ubica la casa de Brákola. Curiosamente, aunque han pasado más de doscientos años, nada parece haber cambiado, nadie vive ahí y el mobiliario está intacto. Al ubicar la cripta de Brákola el Santo empieza otra brutal pelea con el vampiro, hasta que le clava una estaca de madera. El Barón logra volver a su ataúd antes de morir, esta vez para siempre.
1965 Dirección y Guión José Díaz Morales Historia Rafael García Travesí & Fernando Osés Reparto Santo (él mismo), Fernando Osés (Barón Brákola), Mercedes Carreño (Silvia), Antonio de Hud (Eduardo), Andrea Palma (madre de Rebeca), Ada Carrasco (Aurora), Susana Robles (Rebeca), Miguel Macía (don Fernando), Manuel Arvide (don Luis); Rosa Vinay (camarera), Jorge Fegan (criado), César Gay, Enrique Ramírez, Jorge Mateos, Roberto Porter
Luchadores: Quasimodo, Benny Galán, Juan Garza; Margarito Luna (espectador), Picoro (anunciador)
©dwilt
©traducción mQh
©ciudadela 60, agosto 2003
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