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Santo Contra el Rey del Crimen


"Nunca hagas daño a nadie; nunca engañes a nadie; dedícate en cuerpo y ama a defender a los débiles y castigar implacablemente a los malos".
Es la primera de tres películas del Santo que estuvieron largo tiempo perdidas, de 1961, que rellenan el hueco entre Santo Contra los Zombis y Santo vs. las Mujeres Vampiros, es una entrada importante en la filmografía del Hombre de la Máscara de Plata. Aunque no tiene elementos fantásticos, y Santo no es central para la trama, Santo Contra el Rey del Crimen incluye una versión única de la historia del origen del Santo y es reforzado por un buen reparto. La trama gira sobre el jai alai (cesta), que no es exactamente un tema muy conocido (aunque también apareció, prominentemente, en la película negra de Roberto Gavaldón, La Noche Avanza, de 1951).

Un grupo de jóvenes sale de la escuela. Uno de ellos, Beto (Fernando Curiel, probablemente el hijo del director), ve a una pandilla de chicos de más edad atormentando a un cachorro que pertenece a una niñita. Beto reta al jefe de los matones y lo está derrotando de buena ley cuando los amigos del matón intervienen y golpean a Beto. Al llegar a casa, el amable criado Matías (Augusto Benedico, con su pelo teñido de negro) trata de hacerle entrar desapercibido, pero el padre semi inválido de Beto, el señor de la Llata, lo descubre. Beto le cuenta lo que pasó, y su padre dice: "No me esperaba nada menos de ti. Siempre acudes en ayuda de los necesitados". Entonces le pregunta si ha oído hablar del Santo. "Es el personaje de una leyenda, no?", dice Beto.
El señor de la Llata abre un compartimento secreto detrás de un retrato que cuelga de la pared; dentro hay una máscara de plata. El hombre más viejo era el Santo, protector de los débiles durante muchos años, antes de que su salud le fallara. La tradición había comenzado muchos siglos antes y cada miembro varón de la familia había portado la máscara para luchar contra el mal. "Así que yo podría ser el Santo", dice Beto. Su padre asiente, pero sólo si su hijo muestra un carácter fuerte y obedezca ciertos preceptos: "Nunca hagas daño a nadie; nunca engañes a nadie; dedícate en cuerpo y ama a defender a los débiles y castigar implacablemente a los malos". Si no puedes con la tarea, dice el señor de la Llata, quema la máscara antes de que caiga en manos extrañas. También agrega que una vez que se transforme en el Santo, debe anteponer sus deberes al cuidado de sí mismo y de su familia.
Así pasan los años. Roberto, ahora todo un hombre (tomado por detrás, con su voz doblada), acaba de ganar el campeonato de lucha libre. Sin embargo, Matías le recuerda una conversación de Roberto con su padre años antes (su padre había muerto pocos meses después). "Sé cual es mi deber y estoy dispuesto a cumplirlo", dice Roberto. Matías le recuerda que tiene que renunciar a todo, incluyendo el cinturón del campeonato. "Pónme la máscara, Matías", dice Roberto y se transforma en el Santo. Matías lo lleva a través de un pasaje secreto hacia un laboratorio en el subterráneo de la casa, que está lleno de aparatos para luchar contra el crimen. Una de las últimas invenciones del padre de Roberto era un X Alpha, un radio-reloj pulsera.
Al día siguiente, los periódicos están llenos de titulares sobre la desaparición del famoso atleta Roberto de la Llata. No saben que han comenzado su carrera como el Santo.
La escena cambia hacia el frontón (el estadio de jai alai). Para los no entendidos, el jai alai es un deporte similar al balonmano o squash, pero los jugadores llevan una cesta de mimbre, larga y curva, en un brazo, usándola para lanzar y recoger la pelota.
Los detectives de policía Fernando y Conrado, junto con la novia reportera de Fernando, Virginia, se encuentran entre el público mirando la pelea. Virginia observa que un espectador (Hoyer) hace señales a uno de los púgiles que, subsecuentemente, pierde la pelea. Virginia está irritada, porque había apostado al otro, pero Fernando desdeña sus sospechas de que la pelea estaba arreglada. Pero realmente lo estaba: el corpulento don Cosme (haciendo constantemente llamadas internacionales para apostar o hacer negocios) maneja una red de apuestas que emplea a Fredy, Hoyer y otros gángsteres.
A Virginia la envían a cubrir el match por el campeonato entre el misterioso recién llegado, Santo, y otro (Fernando Osés, aunque no se le llama por el nombre). La pelea es larga y brutal (Osés y Santo son buenos rivales), y Osés queda con la cara ensangrentada. Virginia ve que uno de los cómplices de Hoyer echa algo (ácido) en la toalla de Santo cuando Matías -haciendo de ayudante de Santo- no está mirando. Ella grita para advertirles y se arma una pelea en el ring. Santo agradece a Virginia; él gana el cinturón del campeonato.

1961 Director Federico Curiel Reparto Santo (él mismo), Fernando Casanova (Fernando Lavalle), Ana Bertha Lepe (Virginia), Beto El Boticario (Conrado), Begoña Palacios (bailarina de club), René Cardona [Sr.] (Sr. de la Llata), Yolanda Ciani (Mercedes, novia de Jorge), Augusto Benedico (Matías), Guillermo A. Bianchi (don Cosme), Víctor Velázquez (Morales, editor), Fernando Osés (primer rival del Santo en el ring), Enrique Couto (jefe de policía), Alberto Mariscal (Tony), Enano Santanón (ayudante de don Cosme), Francisco Curiel (Roberto de la Llata, como niño), Fredy Guzmán Jazz Combo, Tito Novaro (matón Hoyer sp?), Antonio Raxel (Fredy, matón), María Cecilia Leger (madre de Virginia), Picoro (anunciador), Juan Garza y Vicente Lara Cacama (matón), Eduardo Bonada (Max Stromberg), Aquiles Elorduy y José Luis Salsamendi jugadores de jai alai)

©dwilt
©traducción mQh
©ciudadela 57, mayo 2003

1 comentario

Doowad Jones -

Estoy buscando las bandas sonoras de las películas del Santo, sobre todo la de Santo vs. el Rey de Crimen. ¿Sabe si se pueden comprar en algún sitio?