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pan y cine y el santo

Murió Don LaFontaine, la Voz de Dios


Era la voz de sinopsis de películas. A los 68.
[Dennis McLellan] Murió Don LaFontaine, el solicitado narrador fuera de pantalla cuyas sonoras narraciones en varios miles de sinopsis de películas le ganaron el título de ‘El Rey de la Sinopsis’ [The Trailer King]. Tenía 68 años.
LaFontaine, que también fue la voz fuera de pantalla de innumerables cortos y comerciales de radio y televisión, murió el lunes por complicaciones después de ser tratado en el Centro Médico Cedars-Sinaí en Los Angeles, informó su familia. No se especificó su enfermedad.
Era conocido como ‘La Voz de Trueno’ [Thunder Throat], ‘La Voz de Dios’ [The Voice of God] y "el narrador de sinopsis mejor pagado" de Hollywood.
Con una rica de barítono, por la que fue alguna vez comparado con alguien que hablaba desde el fondo de un pozo, LaFontaine narró con gran dramatismo las sinopsis de clásicos del cine, como ‘2001: Una odisea en el espacio’ [2001: A Space Odyssey] ("Un chirriante monolito enterrado deliberadamente por una inteligencia alienígena"), ‘Atracción fatal’ [Fatal Attraction] ("Una mirada que resultó en una velada, un error que lamentaría toda su vida") y ‘El exterminador’ [The Terminator] ("En el siglo 21 se inventaría un arma sin parangón").
La distintiva voz de LaFontaine también se oyó en las sinopsis de ‘Doctor Zhivago’, ‘MASH’, ‘El padrino’ [The Godfather], ‘Los cazafantasmas’ [Ghostbusters], ‘Solo en casa’ [Home Alone], ‘L.A. Confidencial’ [L.A. Confidential], ‘El día de la independencia’ [Independence Day] y en casi cinco mil sinopsis más. También hizo la narración de ‘Indiana Jones’, ‘Rambo’ y las series de ‘Duro de matar’ [Die Hard].
"La industria llora la pérdida de una verdadera leyenda de Hollywood", dijo el martes, en una declaración, Linda Bell Blue, productora ejecutiva de ‘Entertainment Tonight’ y ‘El informante’ [The Insider], de las que LaFontaine fue la voz.
"Don era no sólo la referencia de la comunidad de narradores, sino además ayudaba a todos los que se acercaban a él", dijo. "Las sinopsis y los comerciales de televisión no serán nunca lo mismo".
En una entrevista de 1995 con el San Diego Union-Tribune, LaFontaine dijo: "La gente cree que lo que hago es lo mismo que leer un anuncio radial, pero no es así".
Se consideraba a sí mismo un actor de voz.
"Lo que quieres es que la gente salte de sus butacas, que salga de sus casas, que salga de su complacencia y se metan en la historia", dijo. "Quieres que la sinopsis sea tan convincente que salgan a comprar un ticket para ver cómo termina la película".
A principio de los años noventa, LaFontaine tenía tanto trabajo -contó una vez que podía narrar sesenta comerciales en una semana, y hasta 35 en un día- que estaba ahorrando tiempo trasladándose de trabajo a trabajo en una limusina con chofer. Más tarde empezó a trabajar en un estudio en su casa, donde recibía los guiones por fax.
La melodramática y famosa voz de LaFontaine en las sinopsis -se lo identificaba más a menudo con la frase introductoria: "En un mundo donde..."- se prestaba para ser imitada y provocó parodias de Pablo Francisco y otros comediantes.
Pese a la familiaridad del público con su voz y la ocasional entrevista sobre el tema de la narración fuera de pantalla, LaFontaine trabajaba en relativo anonimato.
Pero eso cambió en 2006 cuando apareció como "el anunciador de las películas" en un comercial de una aseguradora nacional de automóviles, para ayudar a una cliente "real", "y no a una actriz", a contar su historia.
Allá estaba él, el hombre vestido informalmente con un bigote rojizo, con un micrófono en la cocina de una mujer y con auriculares sobre su calva cabeza.
Dice la mujer, con naturalidad: "Cuando llegó la tormenta, nuestros dos coches quedaron totalmente inundados".
LaFontaine, con su voz profunda y de tono dramático, y al acompañamiento de una emotiva música, dice: "En un mundo donde nuestros dos coches fueron totalmente inundados".
La mujer: "Pensamos que pasarían años antes de que nos ayudara alguien".
LaFontaine: "Pero la ayudaba estaba en camino".
La parodia, que fue subida a YouTube, y en la que no solamente se le veía sino también se le identificaba por su nombre, recibió miles de visitas, llevando a un espectador a escribir: "Finalmente pude ver al dueño de esa voz".

LaFontaine nació el 26 de agosto de 1940, en Duluth, Minnesota. Después de trabajar como ingeniero de grabación en el ejército, trabajó como ingeniero y editor de sonido en los National Recording Studios en Nueva York.
A principio de los años sesenta fue destinado a trabajar con el productor de radio Floyd Peterson, que estaba haciendo comerciales radiales para la película ‘Dr. Insólito’ [Dr. Strangelove]. Él y Peterson unieron sus fuerzas en una firma de dos socios. Peterson expandió rápidamente su compañía y se convirtió en uno de los primeros en trabajar exclusivamente en publicidad para la industria del cine.
LaFontaine, que escribía gran parte de los guiones, empezó inesperadamente su carrera como narrador después de que el presentador para un anuncio radial para la película de 1964, ‘Los pistoleros de Casa Grande’ [Gunfighters of Casa Grande] no se presentara a trabajar y fue reemplazado por LaFontaine.
Después de unos años como director de producción para Kaleidoscope Films Ltd., una importante compañía de producción de sinopsis, inició su propia compañía de producción, Don LaFontaine Associates, en 1976.
LaFontaine se incorporó a Paramount Pictures como director del departamento de sinopsis de la compañía en 1978. Después de dejar Paramount como vicepresidente en 1981, volvió a la producción independiente. Luego se dedicó a trabajar más frecuentemente en narraciones fuera de pantalla.
"No creo que vuelva a haber una carrera como la mía", dijo una vez a la revista Swindle. "No se puede repetir. Yo llegué al campo de la publicidad del cine justo cuando estaba naciendo. Tuve la oportunidad de trabajar prácticamente en todos los géneros, generalmente leyendo guiones que había escrito o co-escrito yo mismo. Muchos de los narradores más jóvenes de hoy crecieron oyéndome. Y, para bien o para mal, me convertí en una especie de plantilla de cómo deben leerse las sinopsis".
Le sobreviven su esposa, Nita; sus hijas Christine, Skye y Elyse; y un nieto.

dennis.mclellan@latimes.com

5 de octubre de 2008
3 de septiembre de 2008
©los angeles times 
[viene de mQh

1 comentario

Budokan -

Nunca olvidaremos esa mágica voz que aparecía antes de las películas. Saludos!