Murió John Gardner
[Martin Weil] Novelista británico. El ex miembro de los marines británicos, mago y clérigo revivió el personaje de James Bond.
Murió John Gardner, el novelista británico que fue mago, clérigo y miembro de la Armada Real antes de dar nueva vida literaria a uno de los agentes secretos más famosos de la literatura, el legendario James Bond. Tenía ochenta años.
El Daily Mail informó que se desplomó cerca de su casa y murió el 3 de agosto en un hospital de Basingstoke, Inglaterra. Un informe en su página web dice que había estado enfermo y que había sufrido un derrame menor el año pasado.
Bond, el célebre Agente 007, fue creado por Ian Fleming, que murió en 1964. Dieciséis años más tarde, Gardner aceptó la misión de resucitar al hombre que, en la página impresa y en la pantalla de cine, se había convertido en un símbolo mundial del espionaje, la sofisticación y las proezas épicas.
Los trabajos de Gardner empezaron con ‘Licencia renovada para matar' [Licence Renewed] (1981) y produjeron catorce títulos, que excedieron la producción original de Fleming y se encuentran entre los ejemplos más exitosos de un escritor a la hora de idear hazañas adicionales del personaje de otro.
Considerado como serio y filosófico, se decía que Gardner no soportaba la obsesión de Bond con marcas de coches elegantes y productos lujosos y la visión restrictiva que tenía el espía de las mujeres.
Pero Gardner dijo que consideraba la escritura de las nuevas series de Bond como un reto y "una vez que le metía el diente, no lo soltaba para nada".
Dijo que había querido agregar profundidad y dimensión al personaje, hacerlo crecer y rescatarlo del mundo de la fantasía para integrarlo al mundo real. La interpretación de Gardner se reflejó en asuntos como atribuir a Bond la preocupación por el kilometraje y colocándolo al volante de un sólido y práctico Saab.
Si no fue sacrilegio, estuvo cerca, dijo Gardner, y "los fanáticos no querían saber nada de eso". Reconociéndose sobre todo como un animador, Gardner se inclinó ante las demandas del mercado. Aunque los críticos lo miraron a veces de reojo, varios de sus libros sobre Bond fueron éxitos de venta.
John Edmund Gardner nació el 20 de noviembre de 1926, en Seaton Delaval, Northumberland, Inglaterra.
Su padre era sacerdote de la Iglesia de Inglaterra, y Gardner fue ordenado en 1953. Pronto reconoció su error, diciéndole a un entrevistador que durante un sermón un domingo, descubrió que no "creía ni una palabra de lo que estaba diciendo".
Fue liberado de sus obligaciones clericales en 1958. Dijo posteriormente que había recuperado la fe.
Desde la infancia Gardner se interesó en la magia y se convirtió en un apto artista, llegando a trabajar en 1944 con una unidad de la Cruz Roja cuando era adolescente. Más tarde ese mismo año, entró a la Armada Real y posteriormente se convirtió en oficial de los Royal Marines.
"Yo había sido un experto en armas pequeñas y también sabía un montón sobre explosivos", dijo, pero era "el peor comando del mundo".
Sus credenciales educativas, que fueron adquiridas, dijo una vez, "sin mi cooperación", incluyen un diploma de la Universidad de Cambridge. Pasó varios años cubriendo las artes para un diario británico antes de embarcarse en la literatura.
Le diagnosticaron cáncer al esófago cuando vivía en Charlottesville, Virginia, en los años noventa. Su tratamiento y la muerte de su mujer en 1997, ex Margaret Mercer, le impidió trabajar durante varios años.
Tras retornar a Inglaterra y cuando pasaba por dificultades económicas, volvió a escribir. "¿Qué otra cosa podía hacer?", dijo. En sus setenta, publicó una serie de novelas policiales ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, con una mujer detective.
El Daily Mail informó que se desplomó cerca de su casa y murió el 3 de agosto en un hospital de Basingstoke, Inglaterra. Un informe en su página web dice que había estado enfermo y que había sufrido un derrame menor el año pasado.
Bond, el célebre Agente 007, fue creado por Ian Fleming, que murió en 1964. Dieciséis años más tarde, Gardner aceptó la misión de resucitar al hombre que, en la página impresa y en la pantalla de cine, se había convertido en un símbolo mundial del espionaje, la sofisticación y las proezas épicas.
Los trabajos de Gardner empezaron con ‘Licencia renovada para matar' [Licence Renewed] (1981) y produjeron catorce títulos, que excedieron la producción original de Fleming y se encuentran entre los ejemplos más exitosos de un escritor a la hora de idear hazañas adicionales del personaje de otro.
Considerado como serio y filosófico, se decía que Gardner no soportaba la obsesión de Bond con marcas de coches elegantes y productos lujosos y la visión restrictiva que tenía el espía de las mujeres.
Pero Gardner dijo que consideraba la escritura de las nuevas series de Bond como un reto y "una vez que le metía el diente, no lo soltaba para nada".
Dijo que había querido agregar profundidad y dimensión al personaje, hacerlo crecer y rescatarlo del mundo de la fantasía para integrarlo al mundo real. La interpretación de Gardner se reflejó en asuntos como atribuir a Bond la preocupación por el kilometraje y colocándolo al volante de un sólido y práctico Saab.
Si no fue sacrilegio, estuvo cerca, dijo Gardner, y "los fanáticos no querían saber nada de eso". Reconociéndose sobre todo como un animador, Gardner se inclinó ante las demandas del mercado. Aunque los críticos lo miraron a veces de reojo, varios de sus libros sobre Bond fueron éxitos de venta.
John Edmund Gardner nació el 20 de noviembre de 1926, en Seaton Delaval, Northumberland, Inglaterra.
Su padre era sacerdote de la Iglesia de Inglaterra, y Gardner fue ordenado en 1953. Pronto reconoció su error, diciéndole a un entrevistador que durante un sermón un domingo, descubrió que no "creía ni una palabra de lo que estaba diciendo".
Fue liberado de sus obligaciones clericales en 1958. Dijo posteriormente que había recuperado la fe.
Desde la infancia Gardner se interesó en la magia y se convirtió en un apto artista, llegando a trabajar en 1944 con una unidad de la Cruz Roja cuando era adolescente. Más tarde ese mismo año, entró a la Armada Real y posteriormente se convirtió en oficial de los Royal Marines.
"Yo había sido un experto en armas pequeñas y también sabía un montón sobre explosivos", dijo, pero era "el peor comando del mundo".
Sus credenciales educativas, que fueron adquiridas, dijo una vez, "sin mi cooperación", incluyen un diploma de la Universidad de Cambridge. Pasó varios años cubriendo las artes para un diario británico antes de embarcarse en la literatura.
Le diagnosticaron cáncer al esófago cuando vivía en Charlottesville, Virginia, en los años noventa. Su tratamiento y la muerte de su mujer en 1997, ex Margaret Mercer, le impidió trabajar durante varios años.
Tras retornar a Inglaterra y cuando pasaba por dificultades económicas, volvió a escribir. "¿Qué otra cosa podía hacer?", dijo. En sus setenta, publicó una serie de novelas policiales ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, con una mujer detective.
17 de agosto de 2007
©los angeles times
[viene de mQh ]
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