Murió Arthur C. Clarke
[Dennis McLellan] Visionario científico y el famoso escritor de ‘2001: Odisea del espacio'. A los noventa.
Murió Sir Arthur C. Clarke, que, de niño, escudriñaba el cielo con un telescopio casero y luego se convertiría en un visionario titán de la ciencia ficción, mejor conocido por su colaboración con el director Stanley Kubrick para escribir el guión de la histórica película ‘2001: Una odisea en el espacio' [2001: A Space Odyssey]. Tenía noventa años.
Clarke, que nació en Gran Bretaña y vivió en Colombo, Sri Lanka, durante décadas, murió el miércoles después de sufrir problemas respiratorios, informó a la Associated Press su ayudante Rohan De Silva.
Clarke, ex niño de campo que fue nombrado caballero por sus contribuciones a la literatura, escribió más de ochenta libros de ficción y documentales (algunos en colaboración) y más de cien cuentos -así como cientos de artículos y ensayos.
Entre sus novelas de ciencia ficción mejor conocidas se encuentran ‘El fin de la infancia' [Childhood's End], ‘Encuentro con Rama' [Rendezvous With Rama], ‘Tierra imperial' [Imperial Earth] y, la más famosa, ‘2001: Una odisea del espacio'.
"Es mejor ser reconocido por una cosa, especialmente por algo de lo que siento especialmente orgulloso, que no ser reconocido de ninguna manera", dijo Clarke al Times en 1982.
Aunque nunca quiso escribir una secuela a ‘2001 ', escribió tres: ‘2010: Odisea 2' [2010: Odyssey Two], ‘2061: Odisea 3' [2061: Odyssey Three] y ‘3001: Odisea final' [The Final Odyssey].
Clarke, que fue nombrado Gran Maestro por la asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de Estados Unidos en 1986, ganó incontables premios internacionales por sus escritos de ficción y científicos.
‘Encuentro con Rama', su novela de 1973 sobre una sonda espacial enviada a explorar un enorme objeto celeste que cruza a gran velocidad el sistema solar y que resulta ser una misteriosa nave extraterrestre, fue uno de los grandes éxitos de crítica de Clarke. Le significó los prestigiosos premios Nebula, Hugo y John W. Campbell a la mejor novela, así como el premio de la Asociación Británica de Ciencia Ficción, el premio Locus y el premio Jupiter.
Clarke no era conocido solamente por ser uno de los escritores de ciencia ficción más prolíficos del siglo veinte, sino también por ser uno de los más informados científicamente, con una impresionante historia de predicciones de tecnologías futuras.
En realdad, era conocido como ‘el padrino de la comunicación satelital'.
Como pionero del radar en la Real Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial, Clarke escribió en 1945 un artículo en la revista Wireless World en el que esboza una red mundial de telecomunicaciones basada en satélites fijos que orbitan la Tierra a una altitud de 36.000 kilómetros -un área orbital que ahora es conocida como la Órbita de Clarke.
El seminal artículo de Clarke, por que el recibió cuarenta dólares, fue publicada dos décadas antes de que Syncom II se convirtiera en el primer satélite de comunicaciones del mundo puesto en una órbita geosincrónica en 1963.
Por ser el pionero del concepto de los satélites de comunicaciones, Clarke recibió varios honores, incluyendo la Beca Internacional Marconi en 1982 y el Premio Charles A. Lindbergh.
Considerado un científico visionario, Clarke también predijo toda una fama de nociones tecnológicas en sus trabajos, tales como estaciones espaciales, aterrizajes en la Luna utilizando una nave nodriza y una cápsula de aterrizaje, los teléfonos celulares e internet.
"Nadie ha hecho más en cuanto a predicciones ilustradas", escribió el escritor de ciencia ficción Isaac Asimov.
"Yo diría que Clarke era el escritor de ciencia ficción más serio -es decir, un escritor de ciencia ficción que es científicamente escrupuloso- de la segunda mitad del siglo veinte", dijo al Times en 2005 el profesor de física de la Universidad de California en Irvine, Gregory Benford, un galardonado escritor de ciencia ficción que colaboró con Clarke en la novela de ciencia ficción de 1990, ‘Tras la caída de la noche' [Beyond the Fall of Night].
Clarke, que nació en Gran Bretaña y vivió en Colombo, Sri Lanka, durante décadas, murió el miércoles después de sufrir problemas respiratorios, informó a la Associated Press su ayudante Rohan De Silva.
Clarke, ex niño de campo que fue nombrado caballero por sus contribuciones a la literatura, escribió más de ochenta libros de ficción y documentales (algunos en colaboración) y más de cien cuentos -así como cientos de artículos y ensayos.
Entre sus novelas de ciencia ficción mejor conocidas se encuentran ‘El fin de la infancia' [Childhood's End], ‘Encuentro con Rama' [Rendezvous With Rama], ‘Tierra imperial' [Imperial Earth] y, la más famosa, ‘2001: Una odisea del espacio'.
"Es mejor ser reconocido por una cosa, especialmente por algo de lo que siento especialmente orgulloso, que no ser reconocido de ninguna manera", dijo Clarke al Times en 1982.
Aunque nunca quiso escribir una secuela a ‘2001 ', escribió tres: ‘2010: Odisea 2' [2010: Odyssey Two], ‘2061: Odisea 3' [2061: Odyssey Three] y ‘3001: Odisea final' [The Final Odyssey].
Clarke, que fue nombrado Gran Maestro por la asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de Estados Unidos en 1986, ganó incontables premios internacionales por sus escritos de ficción y científicos.
‘Encuentro con Rama', su novela de 1973 sobre una sonda espacial enviada a explorar un enorme objeto celeste que cruza a gran velocidad el sistema solar y que resulta ser una misteriosa nave extraterrestre, fue uno de los grandes éxitos de crítica de Clarke. Le significó los prestigiosos premios Nebula, Hugo y John W. Campbell a la mejor novela, así como el premio de la Asociación Británica de Ciencia Ficción, el premio Locus y el premio Jupiter.
Clarke no era conocido solamente por ser uno de los escritores de ciencia ficción más prolíficos del siglo veinte, sino también por ser uno de los más informados científicamente, con una impresionante historia de predicciones de tecnologías futuras.
En realdad, era conocido como ‘el padrino de la comunicación satelital'.
Como pionero del radar en la Real Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial, Clarke escribió en 1945 un artículo en la revista Wireless World en el que esboza una red mundial de telecomunicaciones basada en satélites fijos que orbitan la Tierra a una altitud de 36.000 kilómetros -un área orbital que ahora es conocida como la Órbita de Clarke.
El seminal artículo de Clarke, por que el recibió cuarenta dólares, fue publicada dos décadas antes de que Syncom II se convirtiera en el primer satélite de comunicaciones del mundo puesto en una órbita geosincrónica en 1963.
Por ser el pionero del concepto de los satélites de comunicaciones, Clarke recibió varios honores, incluyendo la Beca Internacional Marconi en 1982 y el Premio Charles A. Lindbergh.
Considerado un científico visionario, Clarke también predijo toda una fama de nociones tecnológicas en sus trabajos, tales como estaciones espaciales, aterrizajes en la Luna utilizando una nave nodriza y una cápsula de aterrizaje, los teléfonos celulares e internet.
"Nadie ha hecho más en cuanto a predicciones ilustradas", escribió el escritor de ciencia ficción Isaac Asimov.
"Yo diría que Clarke era el escritor de ciencia ficción más serio -es decir, un escritor de ciencia ficción que es científicamente escrupuloso- de la segunda mitad del siglo veinte", dijo al Times en 2005 el profesor de física de la Universidad de California en Irvine, Gregory Benford, un galardonado escritor de ciencia ficción que colaboró con Clarke en la novela de ciencia ficción de 1990, ‘Tras la caída de la noche' [Beyond the Fall of Night].
21 de marzo de 2008
©los angeles times
[viene de mQh]
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