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La Invasión de los Selenitas 6


La serie de los años cincuenta, ‘Radar Men from the Moon’, giraba sobre los esfuerzos de los hombres de la Luna -los selenitas- por apoderarse de la Tierra. Pero el comando Cody lo impediría. Capítulo 6: Hills of Death.
Capítulo 6: Colinas de la Muerte
Naturalmente, antes del impacto Cody y Ted habían saltado del coche, salvando así la vida.
Entretanto al laboratorio de Krog han llegado Graber y otro maleante. Graber le entrega el botín a Krog. Justo en ese momento lo llama Retik desde la Luna. Le pregunta si tiene alguna bomba atómica suficientemente fuerte como para provocar una erupción volcánica en el Monte Alta. Dice que causará mucho daño, porque la erupción del volcán provocará lluvias torrenciales e inundaciones que echarán por el suelo las defensas y el transporte en la Tierra. Le ordena que empiece a usar su cañón de rayos para neutralizar las defensas de los terrícolas antes de invadir el planeta. Krog ordena a los malvados que alquilen un avión y que arrojen la bomba atómica de inmediato. "Les daré la bomba", dice, y se mete debajo de la mesa a retirarla. La bomba es como una bala gigante, del tamaño de una caja de un extintor.
Los dos gángsteres, en una avioneta, sobrevuelan el volcán y dejan caer la bomba, provocando efectivamente una terrible explosión y posterior erupción del volcán. Según el Daily Chronicle, la erupción causa además un terremoto y violentas tormentas de rayos.
Cody ha chequeado los aeropuertos y ha trazado a Graber como uno de los que alquiló la avioneta. Sospecha, con Joan y Ted, que los malvados arrojaron una bomba atómica para despertar al volcán dormido. La dirección que dieron en el aeropuerto los malvados es falsa, pero Cody tiene en sus manos un encendedor que el gerente del aeropuerto tomó prestado de uno de los maleantes, olvidando devolvérselo. Es un encendedor del café Al. Allá se dirigen.
Efectivamente, les dice el bartendero, los maleantes son parroquianos. Le dice Cody, pasándola una tarjeta: "Si los ves, llámame". Cuando van saliendo, entran los dos gángsteres y se agarran todos a puñetazos. Cody cae bajo el impacto de los puños y el bartendero coge su escopeta para intervenir. Pero es demasiado tarde. Los gángsteres ya tienen a Ted bajo su control y escapan del café, llevándoselo secuestrado.
En el café el comandante vuelve en sí. Le dice al bartendero que no se atreve a llamar a la policía por temor a que los gángsteres maten a su amigo.
En la carretera Ted abre la puerta del coche y se deja caer. Se oculta entre los matorrales. Graber y el otro gángster ni siquiera inician su búsqueda, diciéndose que es imposible encontrarlo ahí y deciden esperar en Clark Mountain hasta que los compinches envíen un nuevo coche.
Joan y Cody esperan desesperados en el laboratorio de Cody. Allí reciben la llamada de Ted, que está en un café de la carretera 17. Mientras se coloca el traje volante, Cody le dice a Joan que llame a la policía y que les diga que bloqueen la carretera. Se aleja volando a la búsqueda de los malvados.
Graber y Daly esperan. Graber limpia su arma y le dice a Daly que no se preocupe. Cody los divisa desde el cielo y se acerca a ellos por entre las rocas. Pero los malvados lo ven y empiezan a dispararle. Cody dispara a su vez y los malvados escapan, después de que una bala de Cody ha impactado en la pistola de Graber. Pero llegan a un precipicio de donde no pueden retroceder. Graber se mete en un hoyo en la tierra. Aparece Cody, y le dice a Daly que arroje su arma. Así hace el malo, pero entonces sale Graber de su hoyo y le tira lo que parece ser una pelota de rugby al comandante. Al impactar en su espalda, el comandante se desploma en el vacío.

©Claudio Lisperguer
©Hills of Death

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