La Invasión de los Selenitas 4
La serie de los años cincuenta, ‘Radar Men from the Moon’, giraba sobre los esfuerzos de los hombres de la Luna -los selenitas- por apoderarse de la Tierra. Pero el comando Cody lo impediría. Capítulo 4: Flight of Destruction.
Capítulo 4: Vuelo de Destrucción
Ahora nos enteramos que al entrar al puente, el comandante Cody vio el artefacto y explosivo y saltó fuera de su coche.
En su laboratorio le informa a Henderson que los selenitas planean un ataque apenas los saboteadores hayan ablandado las defensas. Henderson propone atacarlos en la Luna, pero Cody dice que sería imposible alunizar allá, considerando los cañones de rayos que tienen. Henderson dice: "No podemos simplemente quedarnos sentados a esperar que nos ataquen". Cody recuerda que el dictador Retik le dijo que atacarían una vez que los saboteadores terminaran su trabajo y propone capturarlos para estropear el ataque y ganar tiempo.
Entretanto, en la caverna, Krog prepara un nuevo cañón y ordena a los malvados preparar un camión para montarlo. El malo exige más dinero y le sugiere que le entregue algunas de las joyas que trae de la Luna. Krog le dice que no puede gastarlas y le sugiere que retome su carrera de asaltante de bancos. El malvado le dice que él ya se encuentra en libertad condicional y que no le conviene. Krog lo amenaza con delatarlo a las autoridades, por lo que es conveniente que siga obedeciendo sus órdenes.
Los malvados deciden asaltar un banco en una pequeña ciudad provincial. Dos de ellos esperan fuera cuando suena la alarma del banco. Los asaltantes salen fuera, pero son atacados por agentes. Uno de ellos cae aparentemente muerto, el otro se monta en el coche, pero como este está ya en movimiento, al doblar una esquina se cae, todavía con el maletín con el botín en la mano. La policía inicia una persecución.
En la cacería, un policía dispara y hiere a uno de ellos, que cae pesadamente sobre el conductor. Este abre la portezuela del coche y se deja caer a tierra; el coche choca contra un árbol y se detiene.
En la caverna, el sobreviviente cuenta su fracaso a Krog y este le insiste en que deben obtener más dinero. Llama a Retik para pedirle consejos. Su Excelencia le sugiere que secuestre a Cody, para cambiarlo por dinero. Krog sueña que puede pedir un rescate de al menos cien mil dólares. "Y es más seguro que asaltar un banco", dice el malvado.
Dos malvados se dirigen a la oficina de Cody. "¿Dónde está Cody?", le preguntan con las armas desenfundadas a Ted, que los agarra a tortazos. También Joan se mete en la pelea, pero uno de los malvados la deja fuera de servicio al propinarle un tremendo puñetazo. Finalmente ponen a dormir a Ted y deciden llevarse a Joan, que vuelve en sí, para usarla como señuelo para atraer a Cody.
Se suben al coche y se ponen en marcha. Justo en ese momento llega el comandante, que ve alejarse el coche sin sospechar nada. Ya dentro, interroga a Ted, que le cuenta la historia. Cody llama a la policía, que inicia de inmediato una furiosa cacería.
Al rato llaman por teléfono para avisar que un malvado y Joan han abordado una avioneta en el East Side Airport.
Cody parte en su persecución y les da alcance. Sin embargo, el malvado Graber, el gángster, saca su revólver y le dispara. Aparentemente Cody es impactado y Joan trata de obstaculizar al pistolero. Este la empuja y ella se golpea la cabeza contra la ventanilla, perdiendo nuevamente la conciencia. Al pistolero se le acaban las balas. Arranca el volante de la avioneta y se lanza al vacío en su paracaídas. Cody logra alcanzar el artefacto y se mete en la cabina. Pero la avioneta se estrella contra el rocoso terreno de una ladera.
¿Han muerto Joan y el comandante Cody? ¿Podrán hacerse con el arma de rayos de Krog e impedir la invasión de la Tierra?
1952 Guión Ronald Davidson Director Fred C. Brannon Reparto George Wallace Roy Barcroft Aline Towne William Bakwell Clayton Moore
©Claudio Lisperguer
©Flight of Destruction
Ahora nos enteramos que al entrar al puente, el comandante Cody vio el artefacto y explosivo y saltó fuera de su coche.
En su laboratorio le informa a Henderson que los selenitas planean un ataque apenas los saboteadores hayan ablandado las defensas. Henderson propone atacarlos en la Luna, pero Cody dice que sería imposible alunizar allá, considerando los cañones de rayos que tienen. Henderson dice: "No podemos simplemente quedarnos sentados a esperar que nos ataquen". Cody recuerda que el dictador Retik le dijo que atacarían una vez que los saboteadores terminaran su trabajo y propone capturarlos para estropear el ataque y ganar tiempo.
Entretanto, en la caverna, Krog prepara un nuevo cañón y ordena a los malvados preparar un camión para montarlo. El malo exige más dinero y le sugiere que le entregue algunas de las joyas que trae de la Luna. Krog le dice que no puede gastarlas y le sugiere que retome su carrera de asaltante de bancos. El malvado le dice que él ya se encuentra en libertad condicional y que no le conviene. Krog lo amenaza con delatarlo a las autoridades, por lo que es conveniente que siga obedeciendo sus órdenes.
Los malvados deciden asaltar un banco en una pequeña ciudad provincial. Dos de ellos esperan fuera cuando suena la alarma del banco. Los asaltantes salen fuera, pero son atacados por agentes. Uno de ellos cae aparentemente muerto, el otro se monta en el coche, pero como este está ya en movimiento, al doblar una esquina se cae, todavía con el maletín con el botín en la mano. La policía inicia una persecución.
En la cacería, un policía dispara y hiere a uno de ellos, que cae pesadamente sobre el conductor. Este abre la portezuela del coche y se deja caer a tierra; el coche choca contra un árbol y se detiene.
En la caverna, el sobreviviente cuenta su fracaso a Krog y este le insiste en que deben obtener más dinero. Llama a Retik para pedirle consejos. Su Excelencia le sugiere que secuestre a Cody, para cambiarlo por dinero. Krog sueña que puede pedir un rescate de al menos cien mil dólares. "Y es más seguro que asaltar un banco", dice el malvado.
Dos malvados se dirigen a la oficina de Cody. "¿Dónde está Cody?", le preguntan con las armas desenfundadas a Ted, que los agarra a tortazos. También Joan se mete en la pelea, pero uno de los malvados la deja fuera de servicio al propinarle un tremendo puñetazo. Finalmente ponen a dormir a Ted y deciden llevarse a Joan, que vuelve en sí, para usarla como señuelo para atraer a Cody.
Se suben al coche y se ponen en marcha. Justo en ese momento llega el comandante, que ve alejarse el coche sin sospechar nada. Ya dentro, interroga a Ted, que le cuenta la historia. Cody llama a la policía, que inicia de inmediato una furiosa cacería.
Al rato llaman por teléfono para avisar que un malvado y Joan han abordado una avioneta en el East Side Airport.
Cody parte en su persecución y les da alcance. Sin embargo, el malvado Graber, el gángster, saca su revólver y le dispara. Aparentemente Cody es impactado y Joan trata de obstaculizar al pistolero. Este la empuja y ella se golpea la cabeza contra la ventanilla, perdiendo nuevamente la conciencia. Al pistolero se le acaban las balas. Arranca el volante de la avioneta y se lanza al vacío en su paracaídas. Cody logra alcanzar el artefacto y se mete en la cabina. Pero la avioneta se estrella contra el rocoso terreno de una ladera.
¿Han muerto Joan y el comandante Cody? ¿Podrán hacerse con el arma de rayos de Krog e impedir la invasión de la Tierra?
1952 Guión Ronald Davidson Director Fred C. Brannon Reparto George Wallace Roy Barcroft Aline Towne William Bakwell Clayton Moore
©Claudio Lisperguer
©Flight of Destruction
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