Santo contra la Magia Negra
Santo viaja a Haití y es atacado por zombies.
Es una aventura mediocre del Santo, pero no tan terriblemente atiborrado de números de baile haitiano y otro metraje de tipo turístico y con solo un par de escenas de acción' aburridas (las dos secuencias en el ring provienen de La Venganza de las Mujeres Vampiro). La trama combina el horror (magia, zombies) con la ciencia ficción de manera razonablemente clara. Fue rodada en Haití por un equipo mexicano.
Después de un tema musical pegajoso, la película empieza con una ceremonia de magia negra (vudú) presidida por Bellamira (Sasha Montenegro habla un poco de francés aquí). Otra mujer, poseída por el espíritu de Damballa, envía a Bellamira a la fuente de los dioses'. Allá ve al Santo recibir órdenes de Interpol: debe viajar a Haití y proteger al profesor Jordán, que ha inventado un explosivo "más poderoso que la bomba de hidrógeno".
Cuando llega el Santo lo recibe el agente de Interpol Jorge, que también es el novio de Lorna, la hija de Jordán. Los dos científicos que trabajaban con Jordán murieron recientemente: las únicas marcas de violencia eran unas pequeñas llagas en el corazón. Al coche de Jorge se le revienta una llanta en camino a la ciudad y él y el Santo son atacados por cuatro o cinco zombies. Ataque' es quizás una palabra que le queda grande ya que la mayoría de los zombies se mueve lentamente arrastrando los pies y no pelean muy bien. Se muestran impertérritos ante las balas pero se asustan de una llave inglesa en forma de cruz.
En su hotel, Santo coloca una cinta con instrucciones que dice que debe obtener la fórmula de Jordán del "nuestro gobierno" (¿de quién? ¿Interpol tiene gobierno?) e impedir que lo robe la "república oriental". Más tarde, un intruso trepa por una cuerda al balcón del Santo y coloca una serpiente en el pecho del púgil dormido. Santo se despierta, agarra a la serpiente y la arroja por el balcón.
Bellamira conspira con dos espías extranjeros (uno de ellos es Carlos Suárez, que hace lo que puede para hablar con acento): está enfadada porque el Santo sobrevivió la trampa mortal y jura que lo agarrará con magia.
Entretanto, el profesor Jordán le dice a Santo que no quiere ni necesita protección. Ha gastado "cientos de horas" trabajando en su fórmula y no la entregará tan fácilmente, aunque Santo diga que pueden morir millones de personas. Hay depósitos de uranio secretos en Haití que se pueden usar para hacer el nuevo explosivo. Santo y Jorge entran a un cabaret a consultar con una sacerdotisa del vudú llamada Michelle, pero no les quiere ayudar.
Bellamira realiza otra ceremonia de vudú (en la que se mata de verdad a una cabra). Clava un alfiler en un diminuto muñeco que representa al profesor Jordán, y el científico se desploma sin vida. El juez de instrucción dice que Jordán tenía una pequeña llaga en el corazón, pero no era la causa de su muerte (no tiene ni idea). Bellamira se aparece en el funeral de Jordán, y es presentada como la mejor amiga de Lorna. A escondidas arroja un pequeño anillo azul en la tumba; también le pide un autógrafo a Santo.
Bellamira y el dúo de espías visitan las minas de uranio, donde los esclavos son obligados a extraer el mineral mientras son azotados por un cruel capataz. Esa noche, Jordán sale del ataúd (de una cripta, aunque en realidad fue enterrado en la tierra) convertido en un zombie de cara blanca y se marcha a casa. Arranca una página de su cuaderno de notas pero es sorprendido por Lorna, que está razonablemente asombrada de ver a su padre muerto dando vueltas por ahí. Se desmaya; su padre trata de estrangularla, pero lo repele la cruz que lleva ella al cuello.
Jorge, aunque ha peleado ya antes contra zombies con Santo, no cree en la historia de Lorna. Pero el Santo y Lorna están de acuerdo en que deben abrir la tumba de su padre, para controlar. Para ello, sin embargo, hay que conseguir una orden judicial. Carnaval está a las puertas y Santo se topa con Michelle, que nuevamente se niega a ayudarlo pero le promete un amuleto mágico. Esa noche, el Santo lucha contra el Encapuchado Negro; a pesar de las órdenes mentales contrarias de Bellamira, Santo gana. Se dirige al camposanto donde Jorge y Lorna están supervisando la exhumación, pero tiene que pelear primero con los dos espías extranjeros. El ataúd está vacío.
El antiguo residente del ataúd está entregando su fórmula a Bellamira (él no habla, sólo asiente como zombie). Prueban con una pequeña cantidad y explota. En un gesto cruel, Bellamira envía al Jordán zombie a su casa, donde Lorna lo vuelve a ver. Esta vez está realmente muerto y se cae. Lorna, trastornada, se marcha donde su amiga' Bellamira. Sin embargo, esa noche despierta lleva un pijama de muñeca- y sigue a Bellamira a la selva. Pero la capturan dos de sus secuaces. Entretanto, Bellamira está pinchando con un alfiler un muñeco, provocando que el enmascarado de plata (en el cuarto de su hotel) que retuerza de dolor. Lorna se las ingenia para romper el muñeco y salva al Santo, y sus esfuerzos le ganan que la pongan en el menú como víctima del sacrificio humano de la próxima ceremonia de brujería.
El Santo derrota a Rebelde Rojo. Michelle se aparece finalmente con el amuleto mágico. También dice que Bellamira es la mujer de la magia negra (lo que es irónico, pues Michelle, que es negra, está asociada a la magia blanca, mientras Bellamira, que es blanca, lo está a la magia negra). Jorge, el Santo y Michelle van a casa de Bellamira, donde luchan con los espías. Los agentes huyen, pero abandonan a un colega herido, que le revela a Jorge la ubicación donde se realizan las ceremonias.
Santo y los otros se marchan para allá y llegan justo a tiempo para impedir que Bellamira mate a Lorna. En lugar de eso, Michelle reta a su rival a hacer la prueba de Damballa'. Santo ocupa el lugar de Michelle: él y Bellamira meten las manos en una cesta que contiene serpientes y los dos son mordidos. Pasan unos momentos y Bellamira sucumbe al veneno y cae muerta.
Cuando el Santo, Jorge, Michelle y Lorna dejan el lugar, se aparecen nuevamente los espías y estalla una breve pelea. Llega la policía y son todos detenidos.
Santo Contra la Magia Negra tiene un montón de tambores, baile y canto, pero eso un poco como todo lo que tiene. Los zombies tienen caras grisáceas, pero sólo aparecen un par de veces y apenas si representan un peligro, debido a su lentitud y agilidad. Los muñecos de vudú de Bellamira son mucho más peligrosos, aunque el Santo no puede morir, naturalmente. Pero Michelle es un personaje misterioso. No colabora para nada con el Santo y al final revela que Bellamira era la cabecilla de los zombies. Y hay una escena cómica sin quererlo: Jorge, el Santo y Lorna están en el cabaret donde Michelle trabaja como bailarina. Michelle, como siempre, mantiene la boca cerrada, pero logra decir que la vida de Lorna corre peligro. Así, Jorge lleva a Lorna a casa, le dice "espero que hayas pasado un buen rato" y la deja en la puerta de una casa vacía. Vaya protección. Lorna entra y ¿qué encuentra? ¡El cadáver de su padre zombie está sentado en una silla! Gracias, Jorge.
1972 Director Alfredo B. Crevenna Adaptación Rafael García Travesí Guión Fernando Osés Reparto Santo (él mismo), Elsa Cárdenas (Lorna Jordán), Sasha Montenegro (Bellamira), Gerty Jones (Michelle), César del Campo (Jorge), Fernando Osés (espía extranjero), Guillermo Gálvez (Profesor Jordán), Carlos Suárez (espía extranjero), Ismael Ramírez, Alexandre Abraham, Lue Gourge, Joseph Duviviex, Lyne Williams Rouzier Ballet con Nancy Saliba y Edmond Bailly, Les Difficiles de Petionville (banda).
©dwilt
©traducción mQh
©ciudadela 72, agosto 2004
Después de un tema musical pegajoso, la película empieza con una ceremonia de magia negra (vudú) presidida por Bellamira (Sasha Montenegro habla un poco de francés aquí). Otra mujer, poseída por el espíritu de Damballa, envía a Bellamira a la fuente de los dioses'. Allá ve al Santo recibir órdenes de Interpol: debe viajar a Haití y proteger al profesor Jordán, que ha inventado un explosivo "más poderoso que la bomba de hidrógeno".
Cuando llega el Santo lo recibe el agente de Interpol Jorge, que también es el novio de Lorna, la hija de Jordán. Los dos científicos que trabajaban con Jordán murieron recientemente: las únicas marcas de violencia eran unas pequeñas llagas en el corazón. Al coche de Jorge se le revienta una llanta en camino a la ciudad y él y el Santo son atacados por cuatro o cinco zombies. Ataque' es quizás una palabra que le queda grande ya que la mayoría de los zombies se mueve lentamente arrastrando los pies y no pelean muy bien. Se muestran impertérritos ante las balas pero se asustan de una llave inglesa en forma de cruz.
En su hotel, Santo coloca una cinta con instrucciones que dice que debe obtener la fórmula de Jordán del "nuestro gobierno" (¿de quién? ¿Interpol tiene gobierno?) e impedir que lo robe la "república oriental". Más tarde, un intruso trepa por una cuerda al balcón del Santo y coloca una serpiente en el pecho del púgil dormido. Santo se despierta, agarra a la serpiente y la arroja por el balcón.
Bellamira conspira con dos espías extranjeros (uno de ellos es Carlos Suárez, que hace lo que puede para hablar con acento): está enfadada porque el Santo sobrevivió la trampa mortal y jura que lo agarrará con magia.
Entretanto, el profesor Jordán le dice a Santo que no quiere ni necesita protección. Ha gastado "cientos de horas" trabajando en su fórmula y no la entregará tan fácilmente, aunque Santo diga que pueden morir millones de personas. Hay depósitos de uranio secretos en Haití que se pueden usar para hacer el nuevo explosivo. Santo y Jorge entran a un cabaret a consultar con una sacerdotisa del vudú llamada Michelle, pero no les quiere ayudar.
Bellamira realiza otra ceremonia de vudú (en la que se mata de verdad a una cabra). Clava un alfiler en un diminuto muñeco que representa al profesor Jordán, y el científico se desploma sin vida. El juez de instrucción dice que Jordán tenía una pequeña llaga en el corazón, pero no era la causa de su muerte (no tiene ni idea). Bellamira se aparece en el funeral de Jordán, y es presentada como la mejor amiga de Lorna. A escondidas arroja un pequeño anillo azul en la tumba; también le pide un autógrafo a Santo.
Bellamira y el dúo de espías visitan las minas de uranio, donde los esclavos son obligados a extraer el mineral mientras son azotados por un cruel capataz. Esa noche, Jordán sale del ataúd (de una cripta, aunque en realidad fue enterrado en la tierra) convertido en un zombie de cara blanca y se marcha a casa. Arranca una página de su cuaderno de notas pero es sorprendido por Lorna, que está razonablemente asombrada de ver a su padre muerto dando vueltas por ahí. Se desmaya; su padre trata de estrangularla, pero lo repele la cruz que lleva ella al cuello.
Jorge, aunque ha peleado ya antes contra zombies con Santo, no cree en la historia de Lorna. Pero el Santo y Lorna están de acuerdo en que deben abrir la tumba de su padre, para controlar. Para ello, sin embargo, hay que conseguir una orden judicial. Carnaval está a las puertas y Santo se topa con Michelle, que nuevamente se niega a ayudarlo pero le promete un amuleto mágico. Esa noche, el Santo lucha contra el Encapuchado Negro; a pesar de las órdenes mentales contrarias de Bellamira, Santo gana. Se dirige al camposanto donde Jorge y Lorna están supervisando la exhumación, pero tiene que pelear primero con los dos espías extranjeros. El ataúd está vacío.
El antiguo residente del ataúd está entregando su fórmula a Bellamira (él no habla, sólo asiente como zombie). Prueban con una pequeña cantidad y explota. En un gesto cruel, Bellamira envía al Jordán zombie a su casa, donde Lorna lo vuelve a ver. Esta vez está realmente muerto y se cae. Lorna, trastornada, se marcha donde su amiga' Bellamira. Sin embargo, esa noche despierta lleva un pijama de muñeca- y sigue a Bellamira a la selva. Pero la capturan dos de sus secuaces. Entretanto, Bellamira está pinchando con un alfiler un muñeco, provocando que el enmascarado de plata (en el cuarto de su hotel) que retuerza de dolor. Lorna se las ingenia para romper el muñeco y salva al Santo, y sus esfuerzos le ganan que la pongan en el menú como víctima del sacrificio humano de la próxima ceremonia de brujería.
El Santo derrota a Rebelde Rojo. Michelle se aparece finalmente con el amuleto mágico. También dice que Bellamira es la mujer de la magia negra (lo que es irónico, pues Michelle, que es negra, está asociada a la magia blanca, mientras Bellamira, que es blanca, lo está a la magia negra). Jorge, el Santo y Michelle van a casa de Bellamira, donde luchan con los espías. Los agentes huyen, pero abandonan a un colega herido, que le revela a Jorge la ubicación donde se realizan las ceremonias.
Santo y los otros se marchan para allá y llegan justo a tiempo para impedir que Bellamira mate a Lorna. En lugar de eso, Michelle reta a su rival a hacer la prueba de Damballa'. Santo ocupa el lugar de Michelle: él y Bellamira meten las manos en una cesta que contiene serpientes y los dos son mordidos. Pasan unos momentos y Bellamira sucumbe al veneno y cae muerta.
Cuando el Santo, Jorge, Michelle y Lorna dejan el lugar, se aparecen nuevamente los espías y estalla una breve pelea. Llega la policía y son todos detenidos.
Santo Contra la Magia Negra tiene un montón de tambores, baile y canto, pero eso un poco como todo lo que tiene. Los zombies tienen caras grisáceas, pero sólo aparecen un par de veces y apenas si representan un peligro, debido a su lentitud y agilidad. Los muñecos de vudú de Bellamira son mucho más peligrosos, aunque el Santo no puede morir, naturalmente. Pero Michelle es un personaje misterioso. No colabora para nada con el Santo y al final revela que Bellamira era la cabecilla de los zombies. Y hay una escena cómica sin quererlo: Jorge, el Santo y Lorna están en el cabaret donde Michelle trabaja como bailarina. Michelle, como siempre, mantiene la boca cerrada, pero logra decir que la vida de Lorna corre peligro. Así, Jorge lleva a Lorna a casa, le dice "espero que hayas pasado un buen rato" y la deja en la puerta de una casa vacía. Vaya protección. Lorna entra y ¿qué encuentra? ¡El cadáver de su padre zombie está sentado en una silla! Gracias, Jorge.
1972 Director Alfredo B. Crevenna Adaptación Rafael García Travesí Guión Fernando Osés Reparto Santo (él mismo), Elsa Cárdenas (Lorna Jordán), Sasha Montenegro (Bellamira), Gerty Jones (Michelle), César del Campo (Jorge), Fernando Osés (espía extranjero), Guillermo Gálvez (Profesor Jordán), Carlos Suárez (espía extranjero), Ismael Ramírez, Alexandre Abraham, Lue Gourge, Joseph Duviviex, Lyne Williams Rouzier Ballet con Nancy Saliba y Edmond Bailly, Les Difficiles de Petionville (banda).
©dwilt
©traducción mQh
©ciudadela 72, agosto 2004
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