Santo Contra Cerebro del Mal
Un doctor loco le lava el cerebro y lo convierte en un dócil criado.
También conocida como Santo Contra Cerebro del Mal, fue la primera de una larga serie de apariciones de Rodolfo Guzmán Huerta, El Santo, en las pantallas. Se dice que el Santo rechazó en 1952 la oportunidad de ser la figura principal de El Enmascarado de Plata porque no creía que la película fuera a tener éxito. Seis años más tarde viajaba a Cuba para su debut en pantalla con esta película y en Hombres Infernales, ambas dirigidas por Joselito Rodríguez, con Joaquín Caballero y Fernando Osés.
Cerebro del Mal es, de muchos modos, una película de Santo poco habitual: en primer lugar, Santo no es llamado nunca por su nombre. En la película sólo se lo menciona como El Enmascarado, mientras que al otro luchador enmascarado (Fernando Osés, que desempeña un breve rol doble en la escena final) se le llama El Incógnito una sola vez. El Santo prácticamente no tiene diálogos (de hecho, los diálogos para todos los personajes en toda la película no sobrepasan tres páginas mecanografiadas), no se cuenta su origen, no es descrito como un luchador profesional y es relativamente incidental para la trama. El Santo mismo, extraordinariamente delgado (comparado con sus películas posteriores), se ve torpe e incómodo.
Tres bandoleros arrinconan al Santo en un callejón y lo noquean. Lo llevan al laboratorio del doctor Campos, donde -por medio de una inyección y de un lavado de cerebro eléctrico (provocado por lo que parece ser una lámpara solar)- lo convierten en un dócil criado del doctor loco. Campos es un respetado científico y amigo del teniente de policía, Zambrano. El teniente le previene, diciéndole que otros científicos han sido secuestrados recientemente. Apenas dejan de hablar que los bandoleros y Santo atacan a los policías que custodian al doctor Lowell y se llevan al científico, que más tarde será sometido al tratamiento de lavado de cerebro en el laboratorio del doctor Campos. Los dos policías de guardia le dicen al teniente Zambrano que Santo, un agente secreto, es uno de los secuestradores. Entretanto, otro agente secreto enmascardo, El Incógnito, localiza el laboratorio de Campos gracias a un instrumento eléctrico que traza la radiación producida por la máquina de lavado de cerebro. Logra escapar sin que lo detecten.
Elisa, la secretaria de Campos, se encuentra con Gerardo (su novio y el ayudante de Campos en sus trabajos científicos buenos) a las puertas de un banco. Está sorprendida, porque le habló al gerente del banco al pasar, pero éste la ignoró. En realidad, Campos le ha lavado el cerebro al gerente, y observa todo a través de un monitor remoto cuando el gerente roba su propio banco para beneficio de él. Más tarde, Campos ordena a sus hombres secuestrar a Elisa, a la que ama. Gerardo, que ha tratado de defenderla sin éxito, denuncia el secuestro a la policía. El teniente Zambrano cree que Elisa ha sido secuestrada porque, sin saberlo, conocía una clave para resolver el atraco del banco. El doctor Campos entrega unos papeles secretos a un espía extranjero y promete venderle la fórmula de un "desintegrador de células" al día siguiente.
El Incógnito vuelve al laboratorio y derrota a Santo después de una lucha larga y bien montada. El Incógnito, con una máscara negra, inyecta a Santo el antídoto del suero que lava el cerebro, pero le dice a su amigo que simule que todavía está en manos de Campos.
El doctor Campos le da a Gerardo una bebida con barbitúricos y sale del laboratorio por un pasaje secreto. Llega a su escondite, el espía extranjero llega con otro hombre a chequear los planos del desintegrador de células. Sin embargo, Santo y El Incógnito combaten a los bandoleros y espías, pero Campos escapa con Elisa. Al volver a casa, Campos la secuestra. El Incógnito lo distrae mientras Santo trepa al tejado para escapar; Campos dispara al Incógnito, pero Gerardo despierta de su estado de sopor y lucha con él. Santo aparece y pelea con Campos, el que toma un cuchillo y está a punto de enterrárselo cuando se aparece el teniente Zambrano, que lo mata a balazos. Antes de morir, Campos le pide perdón a Elisa.
La película termina con el teniente Zambrano y su ayudante despidiéndose de los recién casados, Gerardo y Elisa, que se van de luna de miel. "¿Qué pasa con los enmascarados?", pregunta el ayudante de Zambrano. Van todos en el mismo avión, le dice Zambrano (El Incógnito ya se ha recuperado de sus heridas). "Son ciudadanos del mundo, su deber no tiene fronteras... ocultan su identidad detrás de una máscara para bien de la humanidad".
1958 Director Joselito Rodríguez Reparto Joaquín Cordero (Dr. Campos), Norma Suárez (Elisa), Santo (El Enmascarado), Fernando Osés (El Incógnito; sargento de policía.), Enrique J. Zambrano (Teniente Zambrano), Alberto Insua (Gerardo), Juanito Tremble, Enrique Almirante, René Socarrás, Mario Texas, J. González Gaspar, Rafael de Aragón, Armando Quezada, Los Romero y Estelita (bailarines), Trío Servando Díaz (grupo musical)
©d wilt
©traducción mQh
©ciudadela 57, mayo 2003
Cerebro del Mal es, de muchos modos, una película de Santo poco habitual: en primer lugar, Santo no es llamado nunca por su nombre. En la película sólo se lo menciona como El Enmascarado, mientras que al otro luchador enmascarado (Fernando Osés, que desempeña un breve rol doble en la escena final) se le llama El Incógnito una sola vez. El Santo prácticamente no tiene diálogos (de hecho, los diálogos para todos los personajes en toda la película no sobrepasan tres páginas mecanografiadas), no se cuenta su origen, no es descrito como un luchador profesional y es relativamente incidental para la trama. El Santo mismo, extraordinariamente delgado (comparado con sus películas posteriores), se ve torpe e incómodo.
Tres bandoleros arrinconan al Santo en un callejón y lo noquean. Lo llevan al laboratorio del doctor Campos, donde -por medio de una inyección y de un lavado de cerebro eléctrico (provocado por lo que parece ser una lámpara solar)- lo convierten en un dócil criado del doctor loco. Campos es un respetado científico y amigo del teniente de policía, Zambrano. El teniente le previene, diciéndole que otros científicos han sido secuestrados recientemente. Apenas dejan de hablar que los bandoleros y Santo atacan a los policías que custodian al doctor Lowell y se llevan al científico, que más tarde será sometido al tratamiento de lavado de cerebro en el laboratorio del doctor Campos. Los dos policías de guardia le dicen al teniente Zambrano que Santo, un agente secreto, es uno de los secuestradores. Entretanto, otro agente secreto enmascardo, El Incógnito, localiza el laboratorio de Campos gracias a un instrumento eléctrico que traza la radiación producida por la máquina de lavado de cerebro. Logra escapar sin que lo detecten.
Elisa, la secretaria de Campos, se encuentra con Gerardo (su novio y el ayudante de Campos en sus trabajos científicos buenos) a las puertas de un banco. Está sorprendida, porque le habló al gerente del banco al pasar, pero éste la ignoró. En realidad, Campos le ha lavado el cerebro al gerente, y observa todo a través de un monitor remoto cuando el gerente roba su propio banco para beneficio de él. Más tarde, Campos ordena a sus hombres secuestrar a Elisa, a la que ama. Gerardo, que ha tratado de defenderla sin éxito, denuncia el secuestro a la policía. El teniente Zambrano cree que Elisa ha sido secuestrada porque, sin saberlo, conocía una clave para resolver el atraco del banco. El doctor Campos entrega unos papeles secretos a un espía extranjero y promete venderle la fórmula de un "desintegrador de células" al día siguiente.
El Incógnito vuelve al laboratorio y derrota a Santo después de una lucha larga y bien montada. El Incógnito, con una máscara negra, inyecta a Santo el antídoto del suero que lava el cerebro, pero le dice a su amigo que simule que todavía está en manos de Campos.
El doctor Campos le da a Gerardo una bebida con barbitúricos y sale del laboratorio por un pasaje secreto. Llega a su escondite, el espía extranjero llega con otro hombre a chequear los planos del desintegrador de células. Sin embargo, Santo y El Incógnito combaten a los bandoleros y espías, pero Campos escapa con Elisa. Al volver a casa, Campos la secuestra. El Incógnito lo distrae mientras Santo trepa al tejado para escapar; Campos dispara al Incógnito, pero Gerardo despierta de su estado de sopor y lucha con él. Santo aparece y pelea con Campos, el que toma un cuchillo y está a punto de enterrárselo cuando se aparece el teniente Zambrano, que lo mata a balazos. Antes de morir, Campos le pide perdón a Elisa.
La película termina con el teniente Zambrano y su ayudante despidiéndose de los recién casados, Gerardo y Elisa, que se van de luna de miel. "¿Qué pasa con los enmascarados?", pregunta el ayudante de Zambrano. Van todos en el mismo avión, le dice Zambrano (El Incógnito ya se ha recuperado de sus heridas). "Son ciudadanos del mundo, su deber no tiene fronteras... ocultan su identidad detrás de una máscara para bien de la humanidad".
1958 Director Joselito Rodríguez Reparto Joaquín Cordero (Dr. Campos), Norma Suárez (Elisa), Santo (El Enmascarado), Fernando Osés (El Incógnito; sargento de policía.), Enrique J. Zambrano (Teniente Zambrano), Alberto Insua (Gerardo), Juanito Tremble, Enrique Almirante, René Socarrás, Mario Texas, J. González Gaspar, Rafael de Aragón, Armando Quezada, Los Romero y Estelita (bailarines), Trío Servando Díaz (grupo musical)
©d wilt
©traducción mQh
©ciudadela 57, mayo 2003
1 comentario
rafa -
acre mas peliculas de dracula