El Espectro del Estrangulador
El Estrangulador, cuya cara ha robado a una de sus víctimas, deja inconsciente al Santo y lo entierra vivo en un atúd.
La cantidad de tiempo dedicada a la trama como tal es desdeñable; en lugar de eso, hay incontables (digamos ocho) números musicales y tres matches de lucha libre (de las cuales sólo uno está relacionado con la película). En un momento hay cuatro canciones seguidas.
A propósito de esto, algunos de los actores que aparecen en los créditos (específicamente Manuel Dondé y Guillermo Bravo Sosa) no aparecen para nada en la película -estuvieron en la primera, pero no en la secuela. Una nota trivial: Ofelia Montesco estuvo en la primera película y es representada por una figura de cera (supuestamente su cuerpo preservado) en esta. Los tres títulos de esta serie son El Espectro del Estrangulador, El Violador de Cadáveres y Trampa Fatal.
A medida que pasan los créditos, una ambulancia corre a través de la noche. Llega al teatro, de donde sacan el cadáver del Estrangulador. Al día siguiente, el ayudante del Estrangulador, Tor, lee el diario: Estrangulador Matado por la Policía. Sin embargo, Tor sabe mejor. Se va a la morgue y roba el cuerpo de su amo, matando al asistente de la morgue. Pero el Estrangulador no está muerto y pronto vuelve a su escondite, donde toca su órgano y se ríe histéricamente (de estas risas histéricas hay un montón en la película). Tor hace unas máscaras muy realistas (hechas de piel humana sacada de las víctimas del criminal) para cubrir la cara del Estrangulador, horriblemente mutilada (el Estrangulador también tiene un ojo tuerto, pero cuando lleva la máscara sus dos ojos se ven bien). La máscara que le gusta se parece a Roberto Cañedo.
Mientras, el inspector de policía Villegas informa de la desaparición del cuerpo del Estrangulador (y de todos sus disfraces y trajes). El inspector dice que Laura reabrirá el teatro y esto probablemente conduzca al Estrangulador hacia un lugar abierto. Santo está un poco preocupado de que su hijo adoptivo Milton (que es cantante) pueda correr riesgo, pero Villegas desdeña el peligro. Santo le da a Milton un radio-reloj pulsera de modo que pueda llamarle cuando tenga problemas.
El Estrangulador llama a Santo a su laboratorio y dice que comenzará un nuevo reinado del terror a menos que Santo se encuentre con él esa noche. Después de que Santo sale, Milton hace tocar la cinta y alerta a la policía. Cuando Santo llega al escondite del Estrangulador (que debe de ser su escondite alternativo) le aplican cloroformo y lo meten en una prensa perforadora gigantesca. El aparato amenaza apachurrar al Santo, pero este escapa fácilmente y llega la policía. Pero Tor y el Estrangulador escapan.
Después de un largo interludio musical, el Estrangulador mata a una de las bataclanas cuando sale del teatro, escapando a través de los cloacas. Después de un match con El Espanto (durante el cual El Espanto aparece sin máscara -un desvío interesante, aparentemente metraje de un match real), el Santo va al cementerio en caso de que el Estrangulador y Tor decidan robar el cadáver de su última víctima. Y efectivamente se encuentran allí. El Santo es noqueado, metido en un ataúd y enterrado vivo. Finalmente se libera. El próximo match del Santo es con el Enmascarado Negro, que trata de estrangularlo con una cuerda. Pero finalmente se descubre que es Tor, que mató al Enmascarado Negro. El Estrangulador apaga la luz de la arena y escapan. El Estrangulador mata a Julián, el director del show, y adopta su personalidad en el teatro. Un candelabro, que ha sido cortado por el Estrangulador, cae sobre el escenario pero no hiere a nadie. Luego, Milton es secuestrado por el Estrangulador, pero el joven logra contactarse con el Santo a través de su radio-reloj pulsera. Llega el Santo al escondite de los malvados (a Tor lo mata la policía durante una cacería en coche), escapa de un par de trampas (incluyendo un pozo y gas vene-noso). Tiene una buena pelea con el Estrangulador (vale decir, con el doble de Cañedo, que lleva un maquillaje similar, mutilado, pero que de otro modo no se parece en nada a él). Comienza un incendio y el Estrangulador se quema (y grita durante un largo rato -incluso después de que Santo y Milton salgan del edificio).
El Espectro del Estrangulador realmente no tiene argumento. El Estrangulador quiere matar gente por razones que nunca se explican; cómo se las arregla para cometer crímenes sin que lo descubran y luego robar los cuerpos de sus víctimas es confuso y la actitud más bien cortés del inspector Villegas parece rara. Santo mismo no sólo tiene relativamente hablando poco que hacer.
Otro aspecto del guión que se menciona una sola vez para ser olvidado luego es la rivalidad (tanto romántica como profesional) entre Irene y Laura. Aunque Gerardo Zepeda desempeña uno de sus mejores papeles (en lugar de sólo hacer de matón o monstruo bobo, en realidad es él quien está detrás de los disfraces del Estrangulador), sus luchas con Santo no son excitantes, ni están bien montadas. La secuencia final es mejor, con algo de música frenética, fuego, muebles volcados, etc., pero las trampas mortales que Santo encuentra en su camino (prensa perforadora gigante, ser enterrado vivo, el pozo lleno de gas ponzoñoso) desencantan.
1963 Director René Cardona [Sr.] Guión Rafael García Travesí Reparto Santo (Santo), Roberto Cañedo (el Estrangulador), María Duval (Laura), Carlos López Moctezuma (Inspector Villegas), Begoña Palacios (Irene), Alberto Vázquez (Javier), Milton Ray (Milton), Julián de Meriche (don Julián), Mayté Carol, Gloria Chávez, Julio Ahuet (detective), Manuel Dondé, José Cora, Guillermo Bravo Sosa, Salvador Terroba (ayudante de Villegas), Gerardo Zepeda (Tor), Edith Barr (cantante), La Sonora Santanera (grupo musical), Manuel Garay (Méndez, policía de civil en el internado), Picoro (anunciador).
©dwilt
©traducción mQh
©ciudadela 59, julio 2003
A propósito de esto, algunos de los actores que aparecen en los créditos (específicamente Manuel Dondé y Guillermo Bravo Sosa) no aparecen para nada en la película -estuvieron en la primera, pero no en la secuela. Una nota trivial: Ofelia Montesco estuvo en la primera película y es representada por una figura de cera (supuestamente su cuerpo preservado) en esta. Los tres títulos de esta serie son El Espectro del Estrangulador, El Violador de Cadáveres y Trampa Fatal.
A medida que pasan los créditos, una ambulancia corre a través de la noche. Llega al teatro, de donde sacan el cadáver del Estrangulador. Al día siguiente, el ayudante del Estrangulador, Tor, lee el diario: Estrangulador Matado por la Policía. Sin embargo, Tor sabe mejor. Se va a la morgue y roba el cuerpo de su amo, matando al asistente de la morgue. Pero el Estrangulador no está muerto y pronto vuelve a su escondite, donde toca su órgano y se ríe histéricamente (de estas risas histéricas hay un montón en la película). Tor hace unas máscaras muy realistas (hechas de piel humana sacada de las víctimas del criminal) para cubrir la cara del Estrangulador, horriblemente mutilada (el Estrangulador también tiene un ojo tuerto, pero cuando lleva la máscara sus dos ojos se ven bien). La máscara que le gusta se parece a Roberto Cañedo.
Mientras, el inspector de policía Villegas informa de la desaparición del cuerpo del Estrangulador (y de todos sus disfraces y trajes). El inspector dice que Laura reabrirá el teatro y esto probablemente conduzca al Estrangulador hacia un lugar abierto. Santo está un poco preocupado de que su hijo adoptivo Milton (que es cantante) pueda correr riesgo, pero Villegas desdeña el peligro. Santo le da a Milton un radio-reloj pulsera de modo que pueda llamarle cuando tenga problemas.
El Estrangulador llama a Santo a su laboratorio y dice que comenzará un nuevo reinado del terror a menos que Santo se encuentre con él esa noche. Después de que Santo sale, Milton hace tocar la cinta y alerta a la policía. Cuando Santo llega al escondite del Estrangulador (que debe de ser su escondite alternativo) le aplican cloroformo y lo meten en una prensa perforadora gigantesca. El aparato amenaza apachurrar al Santo, pero este escapa fácilmente y llega la policía. Pero Tor y el Estrangulador escapan.
Después de un largo interludio musical, el Estrangulador mata a una de las bataclanas cuando sale del teatro, escapando a través de los cloacas. Después de un match con El Espanto (durante el cual El Espanto aparece sin máscara -un desvío interesante, aparentemente metraje de un match real), el Santo va al cementerio en caso de que el Estrangulador y Tor decidan robar el cadáver de su última víctima. Y efectivamente se encuentran allí. El Santo es noqueado, metido en un ataúd y enterrado vivo. Finalmente se libera. El próximo match del Santo es con el Enmascarado Negro, que trata de estrangularlo con una cuerda. Pero finalmente se descubre que es Tor, que mató al Enmascarado Negro. El Estrangulador apaga la luz de la arena y escapan. El Estrangulador mata a Julián, el director del show, y adopta su personalidad en el teatro. Un candelabro, que ha sido cortado por el Estrangulador, cae sobre el escenario pero no hiere a nadie. Luego, Milton es secuestrado por el Estrangulador, pero el joven logra contactarse con el Santo a través de su radio-reloj pulsera. Llega el Santo al escondite de los malvados (a Tor lo mata la policía durante una cacería en coche), escapa de un par de trampas (incluyendo un pozo y gas vene-noso). Tiene una buena pelea con el Estrangulador (vale decir, con el doble de Cañedo, que lleva un maquillaje similar, mutilado, pero que de otro modo no se parece en nada a él). Comienza un incendio y el Estrangulador se quema (y grita durante un largo rato -incluso después de que Santo y Milton salgan del edificio).
El Espectro del Estrangulador realmente no tiene argumento. El Estrangulador quiere matar gente por razones que nunca se explican; cómo se las arregla para cometer crímenes sin que lo descubran y luego robar los cuerpos de sus víctimas es confuso y la actitud más bien cortés del inspector Villegas parece rara. Santo mismo no sólo tiene relativamente hablando poco que hacer.
Otro aspecto del guión que se menciona una sola vez para ser olvidado luego es la rivalidad (tanto romántica como profesional) entre Irene y Laura. Aunque Gerardo Zepeda desempeña uno de sus mejores papeles (en lugar de sólo hacer de matón o monstruo bobo, en realidad es él quien está detrás de los disfraces del Estrangulador), sus luchas con Santo no son excitantes, ni están bien montadas. La secuencia final es mejor, con algo de música frenética, fuego, muebles volcados, etc., pero las trampas mortales que Santo encuentra en su camino (prensa perforadora gigante, ser enterrado vivo, el pozo lleno de gas ponzoñoso) desencantan.
1963 Director René Cardona [Sr.] Guión Rafael García Travesí Reparto Santo (Santo), Roberto Cañedo (el Estrangulador), María Duval (Laura), Carlos López Moctezuma (Inspector Villegas), Begoña Palacios (Irene), Alberto Vázquez (Javier), Milton Ray (Milton), Julián de Meriche (don Julián), Mayté Carol, Gloria Chávez, Julio Ahuet (detective), Manuel Dondé, José Cora, Guillermo Bravo Sosa, Salvador Terroba (ayudante de Villegas), Gerardo Zepeda (Tor), Edith Barr (cantante), La Sonora Santanera (grupo musical), Manuel Garay (Méndez, policía de civil en el internado), Picoro (anunciador).
©dwilt
©traducción mQh
©ciudadela 59, julio 2003
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javier -