Murió Nicol Williamson
Legendario actor británico, major conocido por su retrato del mago Merlín en ‘Excalibur’, de 1981, y por el del drogadicto aunque brillante Sherlock Holmes en ‘Elemental, Dr. Freud’, de 1976.
[Valerie J. Nelson] Anunciado alguna vez como el mejor actor inglés de su generación, Nicol Williamson fue también una leyenda por su tempestuosa conducta en el plató, que incluyó cancelar una actuación de ‘Hamlet’ a mitad de camino porque estaba demasiado cansado como para continuar.
“Yo pago las butacas”, recordó haberle dicho al público en 1969, “pero no les doy de menos no dándoles lo mejor que puedo”. Y se marchó.
Se hizo famoso como el titubeante abogado en la pieza de John Osborne, ‘Inadmissible Evidence’ [Evidencia inadmisible] en el Londres de mediados de los años cincuenta, conquistando por su actuación una nominación a un Premio Tony en Broadway y recreó el rol en la película de 1968.
Williamson, nativo de Escocia, era quizás mejor conocido por su retrato –aclamado por la crítica- del mago Merlín en la película ‘Excalibur’ de 1981 y por su papel como el drogadicto pero brillante Sherlock Holmes en la película de 1976, ‘Elemental, Dr. Freud’ [The Seven-Per-Cent Solution].
Williamson, que vivía en Amsterdam, murió el 16 de enero después de una lucha de dos años contra un cáncer al esófago, informó su hijo Luke. Anunció su muerte el miércoles, en la página web de su padre. Tenía 75 años.
Cuando Williamson se presentó a la audición para ‘Evidencia inadmisible’, Osborne escribió en su diario que este “querubín delincuente y con pucheros trajo el rostro que corresponde con la tormenta debajo de la superficie. Es demasiado joven –veintiséis- para el personaje (39), pero qué importa. Es viejo por dentro”, según un artículo de 1993 en el Independent, de Londres.
El dramaturgo definió más tarde a Williamson como “el mejor actor desde tiempos de Marlon Brando”, dijo el Guardian, de Londres, en 1994.
Después de ver a Williamson hacer el retrato de Hamlet en Londres en 1969, la reseña en el New York Times declaró que el título de “el mejor actor inglés de su generación” estaba a punto de caer sobre Williamson.
Parecía sentirse atraído por papeles que presentaban “un reto maratónico a su capacidad para representar las más oscuras pasiones humanas”, dijo Los Angeles Times en 1969, observando que era “emocionante, mercurial y muy, muy talentoso”.
En el cine tuvo su éxito más visible en ‘Excalibur’ como el mago, “magníficamente representado”, de acuerdo a la reseña del Times de 1981. “Los actores son dirigidos por el ingenio de Williamson -el perceptivo Merlín-, y me perdí todos los episodios en los que no aparece”.
“Disfruté haciendo de Merlín”, dijo Williamson al Times poco después del estreno de la película, que se convirtió en todo un éxito. “Traté de hacer un cruce entre mi viejo maestro inglés y un viajero del espacio, con un poco de Grand Guignol”.
Desde principios de los años sesenta, Wiliamson había actuado frecuentemente en películas, pero conquistó a menudo positivas reseñas de películas menos populares, en una lista que incluye ‘Elemental, Dr. Freud’ y ‘Robin y Marian’ [Robinand Marian] (1976), en la que fue un retraído Little John frente al Robin de Sean Connery.
Como actor tenía la reputación de ser difícil e impulsivo, una observación que le otorgó credenciales en 1991 cuando hacía de fantasma en ‘I Hate Hamlet’ [Odio a Hamlet], de John Barrymore, en Broadway. En una historia conocida, estaba ostensiblemente enseñando a un colega actor a batirse con espada cuando Williamson lo golpeó con la espada, se volvió hacia el público y preguntó: “Bueno, ¿les canto?”
Su carrera en teatro y cine se estiró hasta fines de los años noventa e incluyó un espectáculo unipersonal en Broadway: ‘Jack: A Night on the Town With John Barrymore’.
Mientras trataba de evaluar qué ocurrió con una “superestrella –el Hamlet de su generación”, el Independent, de Londres, dijo en 1933 que “las razones ofrecidas para explicar su ausencia” de los teatros londinenses “son numerosas”. Incluyen problemas con los impuestos y alcohol y el rompimiento de su matrimonio con la actriz Jill Townsend”, con la que estuvo casado de 1971 a 1977.
Sin embargo, en 1971 Williamson había anunciado que ya no estaba interesado en ser “el mejor actor de mi generación, y todo eso” y ese mismo año publicó un álbum de música country en Gran Bretaña.
Nació el 14 de septiembre de 1936 en el seno de una familia pobre en Hamilton, una ciudad minera cerca de Glasgow, Escocia. Su padre, Hugh Williamson, trabajó más tarde en una planta de aluminio; y su madre, Mary, “poseía una maravillosa voz”, recordó más tarde.
“No recuerdo una época en la que hubiera querido hacer algo que no implicara la riqueza del lenguaje”, dijo Williamson al Times en 1986.
Después de pasar dos años en las fuerzas armadas en Gran Bretaña, fue contratado para hacer de pirata en ‘Simbad, el marino’ [Sinbad the Sailor] para el Dundee Repertory Theatre en Escocia. Después de aparecer en más de treinta producciones en casi dieciocho meses, se incorporó a la Royal Shakespeare Company en 1962.
Su casi veinte créditos de televisión incluyen su papel como Lennie en ‘De ratones y hombres’ [Of Mice and Men; La fuerza bruta] (1968) y el Rey Fernando en ‘Cristóbal Colón’ [Christopher Columbus] (1985).
Hace unos veinte años, se recluyó en Amsterdam y en su música. Antes de morir pudo grabar el CD en el que había estado trabajando, informó su hijo, que es el único sobreviviente inmediato.
4 de febrero de 2012
26 de enero de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer
0 comentarios