Murió Theo Angelopoulos
Cineasta griego.
Murió el martes en un accidente automovilístico en Atenas el galardonado director de cine griego, Theo Angelopoulos, conocido por su estilo lento y onírico. Tenía 76 años.
Funcionarios policiales y del hospital dijeron que Angelopoulos sufrió graves lesiones en la cabeza y murió en el hospital después de ser arrollado por una moto mientras cruzaba la calle cerca de un plató. Angelopoulos se encontraba trabajando en su próxima película ‘The Other Sea’.
Angelopoulos recibió numerosos premios por sus películas, mayormente en festivales de cine europeos, en una carrera que se extendió durante más de cuarenta años.
En 1995 obtuvo el Premio del Gran Jurado en el Festival de Cine de Cannes por ‘La mirada de Ulises’ [Ulysses’ Gaze], con Harvey Keitel en el papel estelar.
Tres años más tarde, ganó el principal premio del festival –la Palma de Oro- for ‘La eternidad y un día’ [Eternity and a Day], con Bruno Ganza en el papel estelar.Nacido en Atenas en 1935, Angelopoulos vivió durante la ocupación nazi de Grecia en la Segunda Guerra Mundial y la subsiguiente Guerra Civil Griega 1946-49 –temas recurrentes en sus primeras películas.
Estudió derecho en la Universidad de Atenas, pero finalmente perdió interés y se mudó a Francia, donde estudió cine en el Instituto de Estudios Cinematográficos Avanzados en París.
Después de volver a Grecia, trabajó como crítico de cine para un pequeño periódico de izquierda y empezó a hacer películas durante la dictadura de 1967-74.
Descrito como de maneras suaves pero inflexible, las películas de Angelopoulos, a menudo tristes y lentas, giran generalmente sobre temas de la turbulenta historia reciente de Grecia: guerra, exilio, inmigración y divisiones políticas.
Angelopoulos atraía al público de cine-arte contratando a actores establecidos, como Marcello Mastroianni y Jeanne Moreau en dos de sus películas más aclamadas, ‘El apicultor’ [The Bee Keeper] y ‘El paso suspendido de la cigüeña’ [The Suspended Step of the Stork].
30 de enero de 2012
25 de enero de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer
0 comentarios