Murió Jennifer Jones
14 de enero de 2010
Actriz. Descubierta por su futuro marido, David O. Selznick, Jones ganó el premio de la Academia por ‘La canción de Bernadette’, de 1943. También estuvo casada con el industrial y coleccionista de arte, Norton Simon.
[Claudia Luther] Murió Jennifer Jones, que ganó un Oscar por su radiante actuación en la película ‘La canción de Bernadette’ [The Song of Bernadette] en 1943 y estuvo casada con dos hombres legendarios -el productor David O. Selznick y el industrial y coleccionista de arte, Norton Simon. Jones tenía 90 años.
Jones falleció el jueves en su casa en Malibú, por causas naturales, informó Leslie C. Denk, portavoz del Museo Norton Simon de Pasadena.
Jones tuvo una decisiva influencia en el museo de arte, convirtiéndose en presidente del directorio de la Fundación Norton Simon después de la muerte de su marido en 1993 para dedicarse a la supervisión de la remodelación (de tres millones de dólares) de los interiores y jardines que fue terminada en 1999.
Pero fue mejor conocida por su carrera cinematográfica. En total, fue protagonista en más de dos docenas de películas, actuando con actores de primera categoría como William Holden, Joseph Cotten y Gregory Peck.
Además de su Oscar a la mejor actriz por ‘La canción de Bernadette’, Jones fue nominada a un Oscar por otros tres roles como protagonista: ‘Carta de amor’ [Love Letters] (1945), un melodrama en el que una paciente de amnesia se cura por el amor de un hombre (Cotten); el épico duelo de vaqueros ‘Duelo al sol’ [Duel in the Sun] (1946), con Peck; y ‘Angustia de un querer’ [Love Is a Many-Splendored Thing] (1955), en la fue la Dra. Han Suyin, con Holden. También fue nominada como la mejor actriz secundaria de ‘Desde que te fuiste’ [Since You Went Away] (1944), que protagonizó con su primer marido, Robert Walker.
La alta y sensible, Jones no habría alcanzado nunca el estrellato sino hubiese sido por Selznick, que fue el primero que vio algo especial en la guapa "chica de ojos grandes" llamada Phylis Isley, que se apareció por su oficina de Nueva York para el rol de Claudia en la película del mismo nombre de 1943. (Dorothy McGuire ganó el rol). Después de ver su segunda prueba, decidió que era "la mejor estrella desde Leigh y Bergman", refiriéndose a Vivien Leigh e Ingrid Bergman, entonces ambas bajo contrato con el productor.
Bautizó a la joven actriz con un nuevo nombre y empezó a prepararla para el estrellato, encontrándole su primer gran papel en ‘La canción de Bernadette’ y, después, produciendo o eligiendo la mayoría de sus películas. Fastidiaba incansablemente a Hollywood con sus memorandos sobre su maquillaje, los ángulos de la cámara, sus vestidos. Fue su protegida, su obsesión, su cruzada, luego su amante y, finalmente, su esposa.
Su adoración por ella, dijo el crítico de cine David Thomson, modeló el resto de su vida y alimentó "uno de los melodramas más grandes de las columnas de chismes de la época".
"Antes de conocer a Selznick era una joven y ardiente actriz", escribió Thomson en ‘The New Biographical Dictionary of Film’. "Pero ahora es difícil saber si la habríamos llegado a conocer si ese vendaval no la hubiese recogido como a una hoja".
Jones nació en Tulsa, Oklahoma, el 2 de marzo de 1919, como hija de los dueños y estrellas de Isley Stock Co., un espectáculo circense que recorría el Midwest. Se interesó en la actuación durante sus años en la escuela y finalmente estudió en la Universidad de Northwestern y en la Academia Americana de Artes Dramáticas de Nueva York.
Fue en la academia que conoció a Walker, con el que se casó en 1939 y con el que tuvo dos hijos, Robert Walker Jr. y Michael Walker.
Después de varios intentos fallidos de triunfar en Hollywood, los dos actores se asentaron en Nueva York, y Jones finalmente pudo hacer una prueba cinematográfica con Selznick.
En la época, Selznick tenía casi cuarenta años y ya había producido ‘Lo que el viento se llevó’ [Gone With the Wind] y una serie de populares e importantes películas, entre ellas ‘David Copperfield’, ‘Historia de dos ciudades’ [A Tale of Two Cities] y ‘Rebeca’ [Rebecca]. Quería producir otra película como ‘Lo que el viento se llevó’ y otra estrella que descubrir.
‘La canción de Bernadette’, una película de 20th Century Fox dirigida por Henry King, fue el vehículo elegido por Selznick para introducir a Jones al público estadounidense.
Todos estuvieron de acuerdo en que fue un reparto perfecto. Jones, que era católica y había estudiado con las monjas, poseía el tipo de inocencia que la hacía creíble como Bernadette Soubirous, la niña campesina francesa que tuvo una visión de la Virgen María en una gruta.
"Lloré durante toda la película ‘Bernadette’ porque Jennifer era tan conmovedora y porque me di cuenta de que entonces había perdido el premio", dijo Ingrid Bergman, que fue nominada para un Oscar por su papel en ‘Por quién doblan las campanas’ [For Whom the Bell Tolls] el mismo año en que ganó Jones.
En la época, Jones era esposa y madre, pero esa imagen doméstica no era lo que quería el estudio para la actriz que hacía el papel de una mística virginal. Durante meses le pidieron a Jones que ocultara su vida familiar y se presentara como una Bernadette en la vida real.
Eso cambió después de que Selznick lograra que Jones y Walker trabajaran juntos en la segunda película en que Jones fue la protagonista, el sensiblero largometraje sobre la Segunda Guerra Mundial ‘Desde que te fuiste’, de 1944. Para promover esa película se produjeron numerosas historias publicitarias sobre ‘el Sr. y la Sra. Cinderella’ y su complacida vida familiar con sus hijos.
Sin embargo, para entonces la relación ya se había deshilachado y la pareja se divorció en 1945. Walker, que había sido protagonista de ‘¿Qué hay de nuevo, cabo Hargrove?’[See Here, Private Hargrove], ‘Extraños en un tren’ [Strangers on a Train] y, con Judy Garland, en ‘El reloj’ [The Clock], murió en 1951.
En 1948 Selznick se divorció de su esposa Irene Mayer, hija del magnate de MGM, Louis B. Mayer. Selznick, 47, y Jones, 30, se casaron en 1949 en una yate frente a la costa de la Riviera italiana.
Más de treinta años después, Jones contó al Washington Post sobre su relación con Selznick: "Me sentí apreciada desde el principio. Me sentí completamente a gusto. No si eso es amor a primera vista".
Pero dijo que las historias sobre el carácter dominante de Selznick eran exageradas.
"Tuve buenos papeles y tenía a David para que me orientara", dijo Jones.
‘Duelo al sol’, una película de vaqueros de 1946, le reportó a Jones una de sus nominaciones al Oscar a la mejor actriz.
Selznick quería que ‘Duelo al sol’ fuera una epopeya tan arrolladora como su más importante triunfo, ‘Lo que el viento se llevó’.
Pero la película, en la que Jones es una mestiza atrapada entre dos hermanos (Peck y Cotten), tuvo problemas de publicidad cuando la iglesia católica emitió una declaración diciendo que la historia hacía que el público "mostrara simpatía por el pecado" y que Jones "se exhibe indebida, si no indecentemente". El Teatro Egipcio en Hollywood retiró los carteles que mostraban su escote, y se destacaron las diferencias entre el papel de Jones en ‘Duelo al sol’ y su rol como la inocente ‘Bernadette’.
"Duelo al sol’, aunque fue un éxito de taquilla, es recordada hoy con humor por los críticos. Leonard Maltin, en su guía cinematográfica, define ‘Duelo al sol’ como una "enorme, fascinante y bulliciosa película de vaqueros, erótica y a menudo estúpida".
Otros grandes roles de Jones fueron ‘Jennie’ [Portrait of Jennie] (1948), ‘Madame Bovary’ (1949) y, en los cincuenta, ‘Carrie’, ‘La burla del diablo’ [Beat the Devil], ‘Pasión bajo la niebla’ [Ruby Gentry], ‘El hombre del traje gris’ [The Man in the Gray Flannel Suit], ‘La terrible Miss Dove’ [Good Morning, Miss Dove], ‘Las vírgenes de Wimpole Street’ [The Barretts of Wimpole Street] y ‘Adiós a las armas’ [A Farewell to Arms]. Fue Nicole Diver en ‘Suave es la noche’ [Tender Is the Night], de 1962.
A partir de mediados de los años sesenta, Jones pasó por un deprimente periodo. Su carrera cinematográfica estaba llegando a su fin y, en 1965, Selznick murió. Dos años más tarde, el día en que su buen amigo Charles Bickford murió a los 78 años, Jones trató de suicidarse. Fue encontrada por los alguaciles del sheriff en la playa de Malibú, donde se había desplomado después de ingerir pastillas para dormir y, según las evidencias encontradas en el lugar, de beber vino.
"No creo que estuviera buscando morir", dijo al Washington Post varios años después. "Esos accidentes ocurren".
La penúltima película de Jones, ‘Angel, Angel, Down We Go’ (1969), fue tan mala que el historiador de cine Edward Margulies, co-autor de ‘Bad Movies We Love’, se refirió a la película diciendo que Jones "resaltaba verdaderamente" entre antiguos ganadores de la Academia que "se habían deslizado en la mediocridad" en sus últimos años.
El último papel de Jones fue como la querida de Fred Astaire en la película de 1974, ‘Infierno en la torre’ [The Towering Inferno]. Pero para entonces la vida de Jones había sufrido un giro para mejor después de haber conocido a Norton Simon.
Este se había divorciado hacía poco cuando se conocieron en mayo de 1971 en una recepción en Los Angeles para un editor de revistas de Nueva York. Simon tenía 64 años, Jones 52.
Entonces Jones se había retirado de Hollywood y estaba criando a su hija con Selznick, Mary Jennifer.
Durante muchos años activa en organizaciones de salud mental y benéficas, Jones estaba trabajando con el Manhattan Project, un grupo de instalaciones residenciales terapéuticas del Ejército de Salvación para jóvenes drogadictos. Simon dijo más tarde que, por supuesto, había encontrado bella a Jones, pero que se habían relacionado debido a su activismo.
Para entonces Simon había roto sus últimos lazos con su imperio empresarial y era uno de los coleccionistas de arte más importantes del mundo, en gran parte de viejos maestros. Hacia fines de mayo, la pareja se embarcó en un viaje a París, parando en Londres, donde decidieron casarse.
Jones dijo que hasta que conoció a Simon le aburrían los museos. Cambió de opinión en un viaje a Siena, Italia, con su marido.
A su vez, Jones introdujo a Simon a otras culturas. De acuerdo a la biografía de Simon, ‘Odd Man In’, de la periodista de arte del Times Suzanne Muchnic, fue Jones, que había practicado el yoga toda su vida, quien convenció a Simon de emprender su primer viaje a India, donde quedó "fascinado con el arte de las regiones que antes apenas si había considerado". Simon se convirtió en una importante fuerza en el mercado de arte indio y del sudeste asiático.
Finalmente Jones se convirtió en una importante parte del imperio artístico de Simon. Cuando quedó incapacitado por el síndrome de Guillain-Barré, nombró presidente del Museo Norton Simon a su esposa. Como presidenta del directorio de la Fundación Norton Simon, supervisó la renovación de fines de los noventa del interior del museo, diseñado por el miembro del consejo de administración del museo, Frank Gehry, y de los jardines, a cargo de la paisajista Nancy Goslee Power. Recibió la condición de emérita en 2003.
Jones misma se sorprendía de los muchos giros que había tomado su vida.
"En realidad", dijo al Washington Post en 1977, "cada vez que me paro a pensar en ello, me asombro. Creo que he tenido una vida extraordinaria. Y muchas veces apenas si puedo creer que se trata de mí".
Le sobreviven su hijo Robert Walker Jr., ocho nietos y cuatro biznietos. Su hijo Michael Walker murió en 2007. Su hija con Selznick, Mary Jennifer, se suicidó en 1975.
18 de diciembre de 2009
©los angeles times
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