Murió John Michael Hayes, Guionista
6 de diciembre de 2008
Hayes, que enseñaba sobre guiones en el Darmouth College, de Hanover, New Hampshire, a fines de los ochenta y en los noventa, murió el 19 de noviembre, durmiendo, por causas relacionadas con su edad en una urbanización para jubilados en Hanover, informó su hija Meredyth Hayes-Badreau.
Ex escritor de series para radio, Hayes ya había escrito cuatro guiones cuando empezó su colaboración con Hitchcock en ‘La ventana indiscreta’.
El drama de suspense de 1954 presentaba a James Stewart como un fotógrafo confinado a una silla de ruedas tras haberse roto una pierna, que, espiando a sus vecinos por ocio, en el patio en su edificio de departamentos de Greenwich Village, llega a creer que unos de ellos ha cometido un asesinato.
El guión, basado en un cuento de Cornell Woolrich, le ganó a Hayes su primera nominación a un Oscar.
El personaje de la elegante novia de Stewart (Grace Kelly) lo derivó Hayes de su esposa Mildred, que era conocida como Mel.
"El asunto es que en la historia de ‘La ventana indiscreta’ no había mujeres, y Hitch quería una mujer", recordó Hayes en una entrevista de 1999 con la Worcester (Massachusetts) Telegram & Gazette. "Había escrito ‘Crimen perfecto’ [Dial M for Murder] con Grace Kelly, y dijo: ‘Teníamos que incluir a una chica, y yo quería que fuera Grace Kelly’".
Hitchcock, recordó Hayes, "me dijo que me diera una o dos semanas para conocerla mejor, lo que hice. Mi mujer era una chica muy guapa, una modelo de alta costura, así que utilicé el mundo que conocía y convertí a Grace Kelly en una modelo.
‘La ventana indiscreta’, creía Hayes, era "técnicamente, y en todo otro sentido", la mejor película de Hitchcock.
"Todavía tiene vida propia", dijo en la entrevista de 1999. "Le dio a Hitch diálogos, carácter y humor. Él manejaba el suspenso, y nos fundimos muy bien. Le gustaban mis diálogos a veces frívolos, lo mismo que al público".
El éxito de ‘La ventana indiscreta’ lanzó a Hayes al estrellato de los guionistas.
Y para Hitchcock, "la colaboración marcó el comienzo de su período más exitoso, crítica y comercialmente", escribió Steven DeRosa en su libro de 2001, ‘Writing With Hitchcock: The Collaboration of Alfred Hitchcock and John Michael Hayes’.
Luego siguieron otros guiones de Hayes para Hitchcock: ‘Para atrapar al ladrón’ [To Catch a Thief] (1955), ‘Pero quién mató a Harry’ [The Trouble With Harry] (1955) y ‘El hombre que sabía demasiado’ [The Man Who Knew Too Much] (1956).
DeRosa dijo al Times el martes que los guiones que escribió Hayes "para Alfred Hitchcock giraban en torno a personajes fuertes, más que orientarse estrictamente por la trama o los artefactos".
En ‘La ventana indiscreta’, por ejemplo, hay un héroe limitado a la silla de rueda que nunca sale de su departamento, e hizo un excitante largometraje con eso. Es una de las películas más entretenidas de Hitchcock".
Drew Casper, profesor de la cátedra de cine americano Alma y Alfred Hitchcock en la Academia de Artes Cinemáticas de la Universidad de Carolina del Sur, dijo al Times el martes que lo que hizo Hayes por "Hitchcock es imbuir sus películas de una humanidad más profunda, particularmente en términos de calidez y en términos de humor".
Pese al éxito de la colaboración Hitchcock-Hayes, la atención que recibía Hayes por sus guiones en la prensa abolló su relación con el icónico director de cine.
Cuando Hayes ganó el Premio Edgar de la Asociación de Escritores de Misterio de Estados Unidos por la ‘La ventana indiscreta’, llevó la pequeña estatuilla de cerámica a la oficina de Hitchcock. Después de examinarla, Hitchcock le dijo a Hayes: "Sabes, las tazas de los inodoros se hacen con el mismo material".
"Creo que le molestó que me dieran un premio, y a él no", dijo Hayes a Donald Spoto, autor del libro de 1983, ‘The Dark Side of Genius: The Life of Alfred Hitchcock’.
Aunque Hayes dijo más tarde que trabajar con Hitchcock era "una alegría y un placer", su relación se agrió por una discusión sobre la autoría del guión de ‘El hombre que sabía demasiado’, que ganó Hayes.
Pero finalmente la colaboración terminó por dinero: Hitchcock se mudó a Warner Bros. para hacer una película por sólo un porcentaje de las ganancias, sin salario, y pensaba que Hayes debería hacer lo mismo.
"Le dije que era algo que yo le debía, porque él me hizo famoso, me sacó de la oscuridad y me convirtió en un guionista", dijo Hayes a Spoto. "Pero no podía trabajar sin salario".
Después de trabajar con Hitchcock, dijo DeRosa, Hayes se hizo conocido como uno de los mejores adaptadores de novelas de Hollywood -alguien que "podía llevar a la pantalla materiales tabú y convertirlos en algo de buen gusto, entretención normal".
La adaptación de Hayes de ‘La caldera del diablo’ [Peyton Place], la exitosa novela de amor, lujuria, incesto y asesinatos en un pueblo de Nueva Inglaterra, de Grace Metalious, le ganó su segunda nominación a un Oscar.
Entre sus otros créditos cinematográficos se encuentran ‘Una mujer marcada’ [Butterfield 8], ‘La calumnia’ [The Children’s Hour], ‘Los insaciables’ [The Carpetbaggers], ‘Mujer sin pasado’ [The Chalk Garden], ‘Adónde fue el amor’ [Where Love Has Gone], ‘Harlow, la rubia platino’ [Harlow] y ‘Nevada Smith’.
En 2004, Hayes recibió el Screen Laurel Award de la Asociación de Escritores de Estados Unidos por sus excelentes contribuciones a la profesión.
Nacido en Worcester, Massachusetts, el 11 de mayo de 1919, de adolescente Hayes fue el editor del Boy Scout Journal y periodista novato del Worcester Telegram.
Egresado en 1941 de lo que ahora es la Universidad de Massachusetts en Amherst, escribió y actuó en espectáculos teatrales para entretener a las tropas cuando estuvo enrolado en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial.
Después de la guerra en Hollywood, escribió series para radio, como ‘Inner Sanctum Mysteries’, ‘My Favorite Husband’ y ‘The Adventures of Sam Spade’, antes de empezar su carrera como guionista de cine.
Su esposa murió en 1989. Además de su hija Meredyth, le sobreviven otra hija, Rochelle Hayes Skala; dos hijos, Garrett Michael Hayes y Corey Hayes; y cuatro nietos.
27 de noviembre de 2008
©los angeles times
[viene de mQh]
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