Murió Bob Anderson
20 de junio de 2008
Anderson creció en una familia de Hollywood. Su padre, Gene, fue asistente de dirección y más tarde gerente de producción. Sus tíos fueron los directores William Beaudine y James Flood, y sus hermanos y primos fueron editores y gerentes de producción.
Anderson fue introducido al mundo del cine cuando sus familiares consiguieron que apareciera en una escena que exigía un bebé.
Tenía 7 cuando apareció en la película de Shirley Temple, ‘Young People’, de 1940, y tuvo posteriormente papeles en películas como ‘Lazos humanos’ [A Tree Grows in Brooklyn], de 1945. Su último papel lo tuvo en la serie de televisión de 1956, ‘The Further Adventures of Spin and Marty’.
Pero fue mejor conocido por su papel como el joven Bailey en ‘¡Qué bello es vivir!’, de Frank Capra, el mismo personaje retratado en su adultez por James Stewart. En una escena, la historia exigía que detectara un error fatal cometido por un boticario borracho (H.B. Warner).
Warner se tomó el papel muy en serio y el día del rodaje bebió y estaba "bastante colocado", contó Victoria Anderson. En la escena el personaje de Warner debía abofetear al niño.
Anderson contó a Los Angeles Tims en 1996, que esa escena y sus ensayos fueron dolorosos.
"En realidad me sacó sangre de la oreja", contó Anderson al diario. "Se me hinchó la oreja y me quedó la cara roja y me puse a llorar".
"Cuando terminó todo, fue muy cariñoso. Me abrazó y me achuchó, y era sincero", dijo Anderson.
Anderson se enroló en la Armada durante la Guerra de Corea.
Después de la guerra pasó cuatro décadas en la industria del cine. Desde los años cincuenta hasta los noventa trabajó constantemente, ascendiendo de segundo asistente de dirección a gerente de producción de películas y programas de televisión, contó su esposa Victoria.
9 de junio de 2008
©variety
[viene de mQh]
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