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pan y cine y el santo

Murió Ray Evans


[Dennis McLellan] Afamado escritor de ‘Mona Lisa' y ‘Whatever Will Be, Will Be (Que Sera, Sera)', murió a los 92 años.
A los 92 años murió Ray Evans, cuya larga colaboración con su compañero compositor Jay Livingston produjo una serie de éxitos que incluyeron la canción ‘Buttons and Bows', que recibió un Oscar, ‘Mona Lisa' y ‘Whatever Will Be, Will Be (Que Sera, Sera)'.
Evans, que formó un equipo con Livingston a fines de los años treinta, murió aparentemente de un ataque al corazón en el Centro Médico de la UCLA el jueves noche, dijo hoy Frederick Nicholas, abogado de Evans y su fideicomisario.
Considerados entre los grandes escritores de canciones de Hollywood, Livingston y Evans escribieron canciones para decenas de películas, la mayoría de ellas para la Paramount, para la que trabajaron de 1945 a 1955.
Con Livingston encargándose de las melodías y Evans escribiendo la lírica, la pareja escribió 26 canciones, de las que se vendieron, según se dice, más de un millón de discos de cada una.
"Ray Evans, junto con su difunto compañero Jay Livingston, nos dieron algunas de las canciones más perdurables del gran cancionero americano", dijo hoy el compositor Alan Bergman al Times. "Lo extrañaremos, pero sus canciones perdurarán".
Además de las tres canciones con las que ganaron un Oscar, Livingston y Evans ganaron cuatro nominaciones al Oscar: por ‘The Cat and the Canary', de ‘Why Girls Leave Home' (1945); ‘Tammy', cantada por Debbie Reynolds en ‘Tammy, la muchacha salvaje' [Tammy and the Bachelor] (1957); ‘Almost in Your Arms', de ‘Houseboat' (1958), y ‘Dear Heart' [Querido corazón], de la película del mismo nombre (1964).
‘Dear Heart', con letra de Livingston y Evans y música de Henry Mancini, se convirtió en un gran éxito para Andy Williams.
"Me encantó el disco que hice con ‘Dear Heart'", dijo Williams al Times hoy. "Livingston y Evans pertenecían realmente a una generación de compositores que yo adoraba, y yo canté un montón de sus canciones. Yo no estaba tan cerca de ellos como de Johnny Mercer y Henry Mancini, pero ciertamente reconocía su talento y lo bueno que eran en su oficio de producir grandes canciones".
Entre las canciones de Livingston y Evans, que se dice han vendido un total de casi quinientos millones de ejemplares, está la canción de Navidad ‘Silver Bells'. Introducida en la comedia de Bob Hope-Marilyn Maxwell de 1951, ‘El chico de las pastillas de limón' [The Lemon Drop Kid], ‘Silver Bells' fue interpretada por casi 150 artistas. De ella se vendieron más de 160 millones de ejemplares.
El dúo compositor también escribió los memorables temas para las series de televisión ‘Bonanza' y ‘Mr. Ed'.
"Ray tenía oído para el lenguaje hablado, lo vernáculo, que es algo que tenía en común con muchos de los grandes líricos", dijo hace unos años al Times el pianista y cantante Michael Feinstein, que lanzó en 2002 un álbum dedicado al cancionero de Livingston y Evans.
"Era capaz de destilar un estado de ánimo o sentimiento en una canción sin sonar cliché", dijo Feinstein. "Él mismo no se consideraba un escritor muy sofisticado, pero sabía expresar de modo elocuente los pensamientos, sentimientos y emociones del hombre de la calle".

Hijo de un vendedor de papel, cuerdas y arpilleras de segunda mano, Evans nació en Salamanca, Nueva York, el 4 de febrero de 1915.
Tras terminar la secundaria, donde tocaba el clarinete en la banda de la escuela y era el mejor estudiante, Evans obtuvo su licenciatura en económicas en la Universidad de Pensilvania.
Mientras estaba en la universidad, conoció a Livingston, un estudiante de periodismo de Pensilvania que había estudiado piano cuando era niño. Evans se unió a la banda de Livingston, que tocaba en bailes y fiestas en la universidad. Durante las vacaciones escolares tocaban juntos en bandas de cruceros.
Después de graduarse en 1937, Evans y Livingston continuaron trabajando en cruceros antes de mudarse a la Ciudad de Nueva York, donde empezaron su colaboración como compositores.
Lograron su primer éxito en 1941 cuando su canción ‘G'Bye Now' fue incorporada en la estrafalaria revista en Broadway de Olsen y Jonhson, ‘Hellzapoppin' y aterrizaron en ‘Your Hit Parade'.
En 1944 los dos compositores llegaron a Hollywood, donde lograron un éxito con la grabación con Betty Hutton de ‘Stuff Like That There'.
Ganaron su primera nominación al Oscar con ‘The Cat and the Canary'. Cuando trabajaban para Paramount, el dúo escribió uno de los mayores éxitos de 1946: la canción titular para la película de Olivia de Havilland, ‘Vida íntima de Julia Norris' [To Each His Own], el esquema básico que empezaba con la frase de Evans: "Para un beso se necesitan cuatro labios".
Durante una semana de 1946, cinco versiones de ‘To Each His Own' ocuparon un lugar en la lista de los primeros diez de Billboard's Top, con grabaciones de Eddy Howard (No. 1), Tony Martin, Freddy Martin, los Modernaires y los Ink Spots.
Livingston y Evans recibieron su primer Oscar por la animada ‘Buttons and Bows', que fue introducida por Bob Hope en la comedia de vaqueros de 1948, ‘Rostro pálido' [The Paleface], y fue interpretada por Dinah Shore, entre otros.
Cuando trabajaban para la Paramount, el dúo de compositores hizo incluso una aparición especial en el clásico de Billy Wilders, ‘El crepúsculo de los dioses' [Sunset Boulevard], de 1950.
Aunque nacieron a sólo seis semanas de diferencia, Livingston y Evans "no se parecían en nada", dijo Evans al Times en 1985.
"Yo soy fanático de los deportes, juego baloncesto y tenis todos los fines de semana. A Jay no le importan para nada. Es tranquilo e introvertido. Yo soy más extrovertido. Jay es un músico maravilloso. Yo tengo un oído de lata".
Pero, dijo: "Nuestros gustos son similares, y a ambos nos gustan la buena música y las buenas canciones".
‘Mona Lisa', con la que ganaron un Oscar, fue escrita para ‘Capitán Carey' [Captain Carey, U.S.A.], un drama de 1950 con Alad Ladd, y fue siempre la canción favorita de Evans.
Originalmente la canción fue titulada ‘Prima Donna', pero le cambiaron el título a sugerencia de la esposa de Evans, Wyn, que pensaba que ‘Mona Lisa' sonaba mucho mejor.
En la película, la canción es cantada por una cantante callejera ciega para enviar un mensaje a la resistencia italiana durante la Segunda Guerra Mundial y sólo se escuchan fragmentos.
Pero Evans y Livingston pensaron que si podía tocar la canción para Nat King Cole, quizás podrían convencerlo de que la interpretara.
"Así que Paramount Studio, que era dueño de la canción, movió algunos hilos y Cole nos permitió visitarlo en su casa y la tocamos para él, en 1950", contó Evans en una entrevista de 1993 con el Buffalo News. "Él la grabó y en 1951 Capital Records decidió no publicarla. Dijeron que nunca sería un éxito".
Finalmente Capitol usó la canción, pero sólo como el lado B de un sencillo de Cole que la discográfica pensaba que se convertiría en un éxito, ‘The Greatest Inventor of Them All'.
"Finalmente, nosotros fuimos los últimos en reírnos", dijo Evans. "No ha bajado casi nunca en popularidad y nos ha dado un montón de prestigio y ego".
Livingston y Evans también hicieron historia en la televisión cuando escribieron las canciones para el primer programa de televisión en color de noventa minutos, ‘Satins and Spurs', con Betty Hutton, para la NBC en 1954.
Tras dejar Paramount para trabajar como freelancers en 1955, Livingston y Evans ganaron su tercer Oscar con ‘Whatever Will Be, Will Be (Que Sera, Sera)', que fue cantada por Doris Day en la película de Alfred Hitchcock de 1956, ‘El hombre que sabía demasiado' [The Man Who Knew Too Much].
El dúo también escribió la música y letra de dos musicales de Broadway, ‘Oh Captain!', de 1958 (nominado al Tony como mejor musical) y ‘Let It Ride', de 1961. Y en 1979, dos de sus canciones fueron incluidas en la exitosa revista de Broadway, ‘Sugar Babies'.
En años posteriores, el dúo de compositores produjo materiales para Bob Hope y programas de beneficencia.
En 1993, Evans volvió a Salamanca, Nueva York, que rebautizó un teatro en la Calle Principal en su honor. Luego, a los 78, Evans contó al Buffalo News que él ya no escribía canciones. Los gustos populares habían cambiado drásticamente desde que él y Livingston vivieron sus días de gloria, reconoció. "Ahora no nos escucharía nadie", dijo.
Pero no se puede negar el poder de permanencia de las canciones de Livingston y Evans. El año anteior él, Livingston y su editor ganaron cada uno 400 mil dólares por concepto de regalías de éxitos pasados.
Pero aunque no tenían la "presión económica" para continuar escribiendo, dijo, "no sólo se vive de pan. Echas de menos la excitación y la diversión".
Tras la muerte de Livingston en 2001 a la edad de 86 años, Evans escribió algunas canciones con otros colaboradores. Pero, de acuerdo a Feinstein: "Dijo que era una experiencia extraña después de haber trabajado con Jay durante más de sesenta años".
A Evans, cuya esposa murió en 2003, lo sobrevive su hermana Doris Feinberg.

dennis.mclellan@latimes.com

16 de febrero de 2007
©los angeles times
viene demQh

2 comentarios

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To make good use of life one should have in youth the experience of advanced years, and in old age the vigor of youth. (Stanislars I, Polish king)

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