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pan y cine y el santo

Santo Vs. la Hija de Frankestein


Científicos locos se ponen en marcha para quitarle la sangre al Santo.
El Tuerto y otro hombre exhuman el cadáver de un hombre usado por la doctora Freda Frankenstein y su ayudante, el doctor Yanco. Ella está construyendo una criatura hecha de varios cuerpos, y espera darle vida. Otra de sus creaciones, Truxon, es medio hombre, medio animal (gorila), que se alimenta de carne cruda y es mantenido bajo control por los poderes hipnóticos de Freda. Pronto volverá enteramente a un estado animal.
Pero Freda tiene también otros problemas: ella, Yaco y sus ayudantes son todos muy viejos y sólo conservan su apariencia juvenil y su vigor gracias a un suero inventado por el descerebrado doctor. Sin embargo, el suero no es sólo doloroso de aplicar, sino que además debe ser administrado cada vez más frecuentemente. Freda le dice a Yanco que la solución es Santo. Lo vio pelear en el ring hace 30 años, esto es, hasta la última vez, recientemente. Estaba fuerte y ágil como siempre. Cree que la sangre del Santo contiene un super concentrado de un elemento que detiene el envejecimiento. (Santo tenía la nariz ensangrentada y ella, después del match, le secó unas gotas con su pañuelo). Con más sangre del enmascarado de plata, Freda y sus ayudantes esperan mejorar el suero de la juventud.
Entretanto, el Santo está peleando con El Toro, de máscara roja, de Argentina, en una semifinal del campeonato mundial de pesos medios. En casa, la novia del Santo, Norma, está siguiendo el match por televisión. Su hermana Elsa le pregunta que cómo se pudo enamorar de un hombre que siempre lleva máscara. Él se saca la máscara cuando estamos solos, dice Norma. "Si lo vieras como yo, sin máscara, te volverías tan loca por él como yo". A pesar del uso descarado de manoplas de metal, el Santo se recupera y gana y deberá ahora luchar por el título.
Para atraer a Santo a su laboratorio, Freda envía a sus hombres a secuestrar a Norma. Se van dejando una nota diciéndole a Santo qué hacer. Él y Elsa, que ha insistido en acompañarlo, viajan al pequeño pueblo de Santa Fe. El comisario es don Elías, que trata de desalentarles de continuar viajando de noche, pero ellos siguen avanzando. Cuando el Santo y Elsa atraviesan penosamente los bosques hacia el cuartel general de Freda, oyen un aullido, que el Santo identifica con un llamado de coyote. Pero le dice a Elsa que no tenga miedo, que "los coyotes atacan a los venados, a veces a los hombres, pero nunca a las chicas guapas".
Entretanto, Freda ha logrado darle vida a Ursus, su nuevo monstruo. Su cara y su cuerpo recuerdan de cierto modo al tradicional monstruo de Frankenstein. Freda también contrata a seis nuevos empleados. Son todos mayores a los que le dará el suero de la juventud si la sirven con lealtad. Les advierte que las inyecciones pueden ser dolorosas, "como si te ardiera la sangre", y oímos luego los gritos cuando comienza el tratamiento. También está en la planilla del suero de la juventud, el traicionero comisario Don Elías, que no lo necesita ahora, pero quiere su dosis para los próximos años.
Freda castiga a uno de sus matones, Escorpio, porque su descuido pudo haber delatado la operación. A pesar de sus reclamos, ella lo deja envejecer delante de sus colegas. Después de que muere y su cuerpo se transforma en una especie de momia, lo meten en un ataúd que será almacenado en un pasillo subterráneo.
Ursus rompe sus cadenas y recorre las mazmorras de Freda. Echa abajo la puerta de la celda de Norma, pero el Tuerto toma una antorcha y obliga al monstruo a escapar. Norma se aprovecha de la confusión para escapar. Huye hacia el bosque justo cuando Santo y Elsa se acercan a la casa cuya entrada la oculta la entrada al cuartel de Freda. Santo pelea con algunos de los hombres de Freda; a Elsa la agarra Freda (que de repente se pone vieja, para volver a recuperar sorpresivamente su juventud). Después de otra pelea, Elsa se escapa, pero Norma y el Santo son hechos prisioneros.
Elsa, desgraciadamente, decide que don Elías la puede ayudar. Llega durante uno de sus maleficios y se choquea de verlo tan viejo. Termina en una celda y Elías descubre el pastel de Freda y sus planes.
Mientras, Freda está provocando al Santo, amarrado a una silla. Ella le pregunta si acaso se avergüenza de ser prisionero de una mujer frágil, y él replica: "¿Te gustaría saberlo? Podríamos ser amigos..." Le saca la máscara y lo besa, luego lo abofetea cuando él rechaza sus avances. Le pasa las llaves de sus cadenas y le dice que deberá pelear con Truxon.
El hombre-gorila Truxon se defiende bien, pero el Santo gana, azotando a su oponente salvajemente con sus cadenas. Freda ordena dispararle al monstruo y amarrar nuevamente al Santo. Hipnotiza entonces a Norma, dándole un cuchillo y una bandeja para que le saque los ojos al Santo. En una escena divertida, el Santo trata de convencerla de que no lo haga. Ella arremete contra él, hay una toma subjetiva, hay una toma del Tuerto fuera de la celda, y se oye un agonizante grito.
Sin embargo, Santo se las arregla para sacar a Norma de su trance y se libera a sí mismo. Estalla una pelea en el laboratorio de Freda entre el Santo y Ursus, con Norma y los otros contribuyendo a la confusión. Después de azotar a Ursus con una cadena de metal, Santo rescata a Norma y huyen, usando el túnel secreto que Norma había usado antes.
Mientras descansan en un cementerio cercano, Santo y Norma son sorprendidos por Ursus y otro hombre, que salen de una entrada secreta de una cripta. Ursus termina empalado por una lápida afilada. Elsa se escapa de la celda y se encuentra con Santo y Norma en la ciudad. Su coche está en pana, de modo que Santo las lleva a dar un paseo. Vemos pasar en un todoterrenos a un fan del Santo. El Santo mismo vuelve al laboratorio para impedir que Freda escape.
Antes de llegar, el Santo topa con el herido Ursus. Usa su camiseta para vendar la horrible herida en el pecho de la criatura y entonces entra a la cripta que conduce al laboratorio de Freda. Sin embargo, cae en una trampa en el pasillo (sale un gas de las cuencas de los ojos de una momia) y se desmaya. Pero Ursus lo ha seguido y lo ayudará.
Entretanto, Norma y Elsa han sido re-capturadas por los reclutas de Freda (el jeep se echó a perder). Freda amenaza con arrojar ácido a las caras de las jóvenes. Irrumpe el Santo, seguido de Ursus. Tanto Freda como el Santo tratan de controlar al monstruo, ordenándole matar al otro (Santo dice: "¡Ella es la razón de tu terrible vida!") Ursus elige trabajar para el Santo y estrangula a Freda (la que le arroja ácido en la cara antes de morir). El botón de auto-destrucción se activa automáticamente pulsado y el Santo escapa con Norma y Elsa. El doctor Yanco besa las arrugadas cabeza y manos de Freda cuando explota el laboratorio.
La película termina con el Santo luchando por el campeonato, mientras Norma y Elsa le dan ánimo desde las galerías. Él derrota al forcejeador japonés Yamaguchi y conserva su cinturón.

1971 Director Miguel M. Delgado Guión Fernando Osés Reparto Santo (él mismo), Gina Roman (Dr. Freda Frankestein), Anel (Norma), Roberto Cañedo (Dr. Yanco), Sonia Fuentes (Elsa), Carlos Agosti (don Elías), Gerardo Zepeda (Ursus; Truxon), Carlos Suárez (Tuerto), Jorge Casanova (Escorpio), Carlos Bravo y Fernández Carl-Hillos (guardia), Domingo Bazán and David Ayala (matón), Goliat Ayala e Ismael Ramírez (luchadores, Vicente Lara (viejo barbudo, Enrique Llanes (presentador de televisión).

©dwilt

©traducción mQh
©ciudadela 66, febrero 2004

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