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pan y cine y el santo

Murió Tonino Guerra


Célebre guionista italiano. El prolífico autor colaboró con muchos de los más destacados cineastas europeos de la Europa de posguerra, incluyendo a Fellini y Antonioni. Compartió tres nominaciones al Oscar.


Dennis McLellan] Murió Tonino Guerra, el renombrado guionista italiano que colaboró con Federico Fellini, Michelangelo Antonioni y otros grandes del cine italiano e internacional en películas como ‘Amarcord’, de Fellini, y ´La aventura’ [L’avventura] y ‘Blow-Up’, de Antonioni. Tenía 92 años.
Guerra falleció el miércoles en su casa en Santarcangelo di Romagna, en el norte de Italia, de acuerdo a un anuncio en la página web de la Asociación Cultural Tonino Guerra.
Poeta, novelista y ex maestro, Guerra empezó en la Roma de los años cincuenta su carrera como guionista. Compartió tres nominaciones al Oscar de la Academia: en 1966 con el director de ‘Casanova’, de Mario Monicelli; en 1967 por ‘Blow-Up’; y en 1976 por ‘Amarcord’.
“Creo que es uno de los más importantes escritores de nuestra época cuyo medio es el guión”, dijo Howard A. Rodman, vicepresidente del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos, Oeste, y profesor de la Escuela de Artes Cinemáticas de la Universidad de Carolina del Sur. “Colaboró con muchos de los grandes directores de su época… y su trabajo con ellos es el trabajo revolucionario y significativo que asociamos con ellos”, dijo Rodman.
“Cuando piensas en el cine europeo moderno, el cine que cambió el modo en que pensamos sobre las películas, que inspiró las glorias del cine estadounidense de los años setenta y en el cine en todo el mundo, es sorprendente descubrir que muchas de esas películas fueron escritas por Tonino Guerra.
Entre  las decenas de películas que escribió solo o en colaboración se encuentran ‘La noche’ [La notte], ‘El eclipse’ [L’ eclisse], ‘El desierto rojo’ [Red Desert] y ‘Zabriskie Point’ para Antonioni; ‘Ginger y Fred’ [Ginger and Fred]y ‘Y la nave va’ [And the Ship Sails On; E la nave va] para Fellini; ‘Nostalgia’, para Andrei Tarkovsky; ‘Paisaje en la niebla’ [Landscape in the Mist], para Theo Angelopoulos, y ‘Excelentísimos cadáveres’ [Illustrious Corpses], para Francesco Rosi.
En 2011, el frecuentemente galardonado Guerra recibió el premio del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos Oeste, el Jean Renoir Award for Screenwriting Achievement [Premio Jean Renoir para Guionistas]. El premio se otorga a un escritor internacional que ha fomentado los guiones de cine y hecho importantes contribuciones a la profesión de guionista.

 

Hijo de un padre pescador/pescadero y una madre analfabeta a la que más tarde enseñó a leer y escribir, Guerra nació el 16 de marzo de 1920, en Santarcangelo di Romagna.
Empezó a componer poemas verbales en dialecto cuando fue internado como prisionero en un campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial y publicó su primera antología ‘I Scarabocc’ (Scribblings) en 1946.
Después de licenciarse en la Universidad de Urbino con una tesina sobre la poesía dialectal, enseñó en una escuela secundaria antes de mudarse a Roma en 1953.
Empezó su carrera como guionista con el director Giuseppe de Santis, en la película ‘Hombres y lobos’ [Men and Wolfes], de 1956, escrita en colaboración con Elio Petri.
Su prolongada colaboración con Antonioni empezó con ‘La aventura’, la importante película de 1960 que significó renombre mundial para su director, que escribió el guión con Guerra y Elio Bartolini.
“Antonioni encontró una veta en la exploración del sentimiento de alienación en un mundo cada vez más impersonal e industrializado”, dijo el columnista de cine Kevin Thomas, antiguamente del Times. “Sin duda, Tonino Guerra fue un importante contribuidor a obras maestras de Antonioni, un colaborador que permitió que Antonioni expresara su particular visión”.
En el prefacio a sus guiones publicados, Antonioni dijo que él y Guerra “tenemos largas y violentas discusiones… y eso lo hace todavía más servicial”.
Sobre su colaboración con Guerra, Angelopoulos dijo una vez: “Tonino ha sido mi psicoanalista durante veinte años”.
Guerra, que trabajó con directores estadounidenses, griegos y rusos, dijo en una entrevista con NPR en 1993, que cada uno de esos directores le había hecho tomar conciencia de aspectos diferentes de sí mismo.
“Fellini está siempre inmerso en su infancia, en sus orígenes, en sus memorias”, dijo. “Proveniente de Rímini, que está cerca de mi propio pueblo natal, me obligó a pensar en mi pueblo, a revisar mis propios recuerdos, mi propia infancia”.
“Tarkovsky, con sus problemas religiosos, su preocupación con su espiritualidad, hizo surgir en mí mis propias dudas espirituales. Rosi, con su meticulosa atención a los detalles de la vida cotidiana, me hizo pensar en lo que estaba pasando, en lo que estaba pasando debajo de mis pies, frente a mis ojos, los más mínimos detalles”.
La transición de Guerra de poeta a guionista fue espontánea.
“Mis poemas eran esencialmente imágenes”, dijo una vez. “Tenían el cine dentro antes de que yo empezara a trabajar con guiones”.
Rodman observó: “Durante el gran florecimiento del cine europeo después de la Segunda Guerra Mundial, fue su poeta y su faro. Creo que se dio cuenta de que podía poner en palabras e imágenes muchos de los grandes temas y sensibilidades de los mejores directores del mundo”.
Le sobreviven su segunda esposa, Lora; y su hijo, Andrea, compositor de cine y televisión.
10 de abril de 2012
24 de marzo de 2012
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer

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